BALONMANO | FINAL EUROPEO JUVENIL MASCULINO

España disputa un nuevo oro ante la admiración de toda Europa

Este domingo (17:30) los juveniles se enfrentan a Suecia en la final de Montenegro. Pol Quiroga entra por el lesionado Pol Amores.

España es el único país que tiene a su selección en las tres finales masculinas de los Campeonatos de Europa del mismo año, desde los seniors a los juveniles, lo que se detaca en todo el continente. Este domingo en el Complejo Verde de Podgorica en Montenegro (17:30) luchará con Suecia por la medalla de oro de la categoría, y de alguna manera por una revancha con los suecos de la final senior en Budapest que ganaron al equipo de Jordi Ribera. Eso sí, los júniors ganaron el oro en Portugal.

En los dos últimos choque entre ambas selecciones España empató en uno y ganó con facilidad en Montenegro en la fase de grupos (37-30). Pero la final es otra historia, entre dos países que alcanzan por cuarta vez en el momento dweterminante del campeoanto, a una sóla de Croacia, la que más, con cinco, Precisamente hace doce años en Montenegro la España de Alberto Suárez perdió la final por un gol ante los croatas, en un equipo en el que estaban, por ejemplo, Alex Dujshebaev, Ariño, Solé, Cacheda, Juanjo Fernández, Costoya... y que durante cuatro años en las categorias inferiores jugaron cuatro finales de campeonatos, con tres platas para despedirse con el oro mundial júnior. Ahora tiene pinta de que este conjunto de Javier Fernández tiene también mucho recorrido.

En la semifinal ante Alemania el viiernes en el minuto 55 se lesionó en el gemelo el portero Pol Amores (Granollers), baja para la final, y reemplzado ya por el barcelonista Pol Quiroga. Amores, con más de un 35 por ciento de paradas, estaba siendo uno de los artífices del éxito español, que cuenta con una generación espectacular desde el punto de vista físico, y con los gemelos Cikusa, de padres de la antigua Yugoslavia afincados en Gerona donde han nacido ellos, que pese a ser los más jóvenes de la promoción (diciembre de 2005, cuando todos excepto el portero Álvario Pérez han nacido en 2004) son dos de los que llevan la batuta de España.

Para la final, en España hay muchos apellidos gloriosos y sonoros del balonmano nacional, como Barrufet (su padre, David, 280 partidos con la selección), Grau (su padre, Óscar, pivote cuya camiseta cuelga en el Palau), Pisonerro (su padre, entrenador del Valladolid, donde fue un pivote imparable), e incluso los Cikusa, cuyo padre jugó en varios equioos españoles, como en Jovellanos de Gijón, el Cisne de Pontevedra...

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