El regreso de Fabregas al Barça rebaja la euforia en el Veszprem

El Veszprem cambió la historia este jueves: el primer equipo invitado al Mundial de clubes que acaba el torneo como campeón, y con la plaza ya segura para la próxima edición. Es un éxito sin precedentes para el club magiar, uno de los más grandes de Europa que al fin tiene una copa de gran relevancia en sus vitrinas, en la primera temporada de Xavi Pascual en el banquillo.

Xavi, que ganó cinco copas mundiales con el Barça, tras salir del cuadro azulgrana recaló en Rumanía, y esta es su primera campaña en Hungría. Y en dos meses, otro éxito. “En lo que va de temporada hemos ganado al Kiel, Barça, PSG, Fuchse Berlín y Magdeburg; si me lo llegan a decir hace dos meses hubiese dicho que sería imposible”.

La realidad es que sólo lleva una derrota, en la Champions y en Lisboa frente al Sporting, que rebajó la euforia en el equipo magiar. “Tal vez si hubiésemos ganado ese partido ahora no estaríamos disfrutando de este título”, aseguraba Pascual en declaraciones dinfundidas por su club, que además se trajo de El Cairo al francés Remili como el mejor jugador del torneo.

Sin embargo, aparece un lunar en la euforia del Veszprem: Fabregas acaba el contrato en junio, y si bien para esta temporada estaba en el aire la opción de que regresase al Barça y al final no se concretó, otra vez desde Barcelona surge la idea de recuperar al pivote francés, muy vinculado personalmente a la capital catalana, y que sería el refuerzo que necesita Ortega en su plantilla en las que se anuncian las salidas de Gonzalo Pérez, Wanne y Richardson.