El empate de las Guerreras también ilusiona

De los dos amistosos programados por España en capilla antes de ir al Europeo, victoria por un tanto ante Francia (campeona del Mundo y subcampeona olímpica) el viernes, y hoy empate ante la República Checa: 30-30 (16-13). Debieron ganar las Guerreras, pero como este era un amistoso, es como si hubiese vencido, porque Ambros no jugó sólo a ganar, sino a combinar a todas, que saliesen de situaciones complicadas, y lo lograron, aunque las checas lograron la igualada con el reloj a cero y de penalti.

Lo que en realidad ilusiona de estas Guerreras remozadas es la aportación descarada de, por ejemplo, Carmen Arroyo y Lyndi Tchaptchet, pivote como su hermana Lysa, descartada para este Europeo. Las dos juegan juntas en el Bera Bera, no llegan a los 21 años, y son pura garra y fortaleza: Carmen sin actuar en ataque aportó dos tantos, y Lundi fue un pivote excelente: cuando se actúa con ella en los seis metros, asegura el gol o el penalti de manera intuitiva (seis tantos).

En la primera parte España llegó a tener seis goles de renta, y en la segunda se vio a dos tantos de las checas en los últimos cinco minutos (25-27). Que fuese capaz de superar ese momento crítico que parecía definitivo, y que lograse la intensidad suficiente para recuperar un balón para que la extremo Ona Vegué colocase el 30-29, tiene mérito. Luego encajó en una acción de tres segundos: las checas pidieron tiempo, atacaron con siete, y encontraron la opción de forzar el penalti que transformo la excepcional Jerabkova, autora de 10 tantos en este encuentro.

De ser un partido oficila y decisivo, posiblemente España hubiese tenido otras jugadoras en la pista en los momentos complicados, pero es un acierto que las más jóvenes y sin experiencia también se enfrenten a situaciones que hay que solventar sin red. Ahora, a Bratislava, donde España debuta el jueves ante Portugal en el Campeonato de Europa.