BALONMANO | LIGA ASOBAL

El Barça se descompone tras tocar el cielo

Ha perdido a Fabregas, a Cindric, y el mejor portero del mundo (Gonzalo Pérez) se irá al Kiel. Además, toda la cantera está en época de remates.

La economía manda, y más en un club como el Barça cuyo generador de billetes, el fútbol, está obligado a vender y comprar barato. Por eso, el mejor equipo de la historia del balonmano del siglo actual, el equipo azulgrana, con dos títulos de la campeón de la Champions, en tres finales en los últimos cuatro años, está en descomposición aunque quiere hacerlo con orgullo, manteniendo las formas y siendo competitivo. Tiene la suerte de que en la Asobal aún es el más fuerte, aunque mengua su diferencia, y se verá si la próxima temporada si mantiene esa condición de intratable.

Ludovic Fabregas fue el primero que avisó que aquello iba mal. En plenas negociaciones para renovar decidió zanjar por lo sano, y llegar a las oficinas del club para decir que se acabó, que se iba al Veszprem en 2023. Luego, el club decidió acortar el contrato de Luka Cindric, que estiró todo lo que pudo y aunque le quedaban dos años de compromiso ha roto el vínculo para irse al Dinamo de Bucarest, con Xavi Pascual.

Con Gonzalo Pérez, el mejor portero del mundo, con contrato hasta 2025, el club no ha llegado a un acuerdo de renovación, y el toledano ya ha adelantado que en condiciones normales dentro de dos años jugará en el Kiel alemán, porque la oferta de renovación era tan a la baja que no la ha podido aceptar. Y en ese tiempo el Barça tuvo la ocasión de contratar a Karalek, el pivote del Kielce polaco, por condiciones el más parecido a Fabregas, pero paralizó la operación, y tira con dos promesas Javi Rodríguez y Jaime Gallego, del Logroño y Torrelavega respectivamente.

Respecto a la cantera, que siempre ha aportado talento a la primera plantilla, el Barça también la deja en una situación de menor importancia, y jugadores como Urdangarín (Granollers), Soler (Logroño) y Parera (Puerto Sagunto) se desvinculan para la próxima temporada, además de otros tantos destacados de las categorías inferiores.

Respecto a las formas, en el Barça el capitán del equipo no obedece al ascendente de un jugador en la plantilla, sino que lo impone el entrenador. Con Valero Rivera hubo un cisma cuando decidió retirarle la capitanía a Enric Masip (lo explica el exjugador en su libro como deportista) para dársela a Barrufet, y ahora Carlos Ortega hace lo mismo con Gonzalo Pérez, que como no renueva (a Fabregas también se la quitaron) también le retiran los galones para que los tenga el francés Dika Mem, con M´Guessam, Janc y Aitor Ariño, al menos uno de la casa, de colaboradores.

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