Batacazo de las Guerreras ante Islas Feroe y Mundial, en el alambre

Era día de ganar y las Guerreras no lo hicieron ante Islas Feroe (25-27). Es más, fue un batacazo que complica, y mucho, las opciones de España en el Mundial de Alemania y Países Bajos. El estreno exitoso ante Paraguay (26-17) dejó varias dudas a las de Ambros Martín, y este viernes se confirmaron tras una segunda parte para el olvido. Eran dos partidos que España tenía que sacar adelante en esta fase inicial en el imponente SWT Arena de Trier (Alemania). Se quedaron a la mitad. El domingo, ante Montenegro (18:00, TDP), ya será otra historia al tratarse de un rival de cualidades y fortalezas parejas, tal vez hoy en día superior visto lo visto, y España pasará salvo hecatombre a la segunda fase (avanzan tres de cuatro del grupo), pero el hacerlo sin puntos te condena al arrastrar únicamente los logrados ante los equipos que también pasen. Y como mucho podrá hacerlo con dos de ganar a Montenegro, que ya de por sí es una tarea muy compleja.

Islas Feroe, debutante en un Mundial, perdió de cinco ‘únicamente’ ante Montenegro en su estreno (32-27). Fue un aviso. Las Guerreras vieron el partido in situ y tomaron nota, ya que era un duelo inédito entre las españolas y las feroesas. “Es una selección fuerte, juegan bastante el siete contra seis y lo tienen dominado por lo que tendremos que hacernos fuertes en defensa”, avisaba Matiane Etxeberría en AS en la previa del duelo. Y lo clavó. España sufrió mucho a la hora de defender ese siete contra seis, vaciando la portería, tomando riesgos, pero sin encontrar una solución.

Y el inicio de partido fue eléctrico. La vasca Erauskin empezaba a mostrar su calidad desde el extremo, Maitane hacía lo propio (Bera Bera power) y siendo Danila So, una vez más, la más destacada. Tras el 1-0 inicial, Islas Feroe puso el 1-2... y, a partir de entonces, España se puso las pilas. La sensación era de igualdad, con España metiendo una marcha más cuando podía y con Islas Feroe sintiéndose como en casa, porque las gradas estaban abarrotadas de su compatriotas. Prades, bien en la portería, ponía su granito de arena y el éxtasis español llegó al borde del descanso. Es más, a España le hubiese venido bien que no se parase el partido.

Robo de Paula Arcos, gol de Gassama con todo de cara y bocina. Renta de tres al descanso (14-11) y posesión para arrancar la segunda mitad. Un arranque que fue muy duro para las Guerreras. Todo salió mal: pérdidas, defensas con espacios, fallos en ataque... y España se vio por debajo en el marcador a partir del 15-16. La meta Wardum se hacía grande y Ambros Martín, con tan solo seis minutos disputados tras la reanudación, tuvo que pedir tiempo muerto. España estaba grogui con un parcial de 1-5. Tuvo efecto, a medias, y a partir del 18-18 ‘empezó’ el partido de cero. Lejos quedaban ya las cábalas de ganar de seis o más para ser líderes empatando con Montenegro: importaba ganar, daba igual por cuánto.

Fue un momento de tensión, y lo notaron ambos equipos, sumando más pérdidas, ataques más espesos y también protagonismo arbitral con varias exclusiones. Hasta Danila So fallaba en ataque, rara avis. Y en qué momento apareció Ona Vegué para su primer tanto en el partido. Fue a falta de ocho minutos y un 24-22 que, tras una preciosa jugada coral, dio aire a España. O eso parecía. Era imposible imaginar que España solo metería un tanto más hasta el desenlace, pero así fue. Un parcial de 0-3 ponía el 24-25. Nervios y debacle. Gassama falló la opción de empatar en los segundos finales ante una Wardum que terminó con 14 paradas y Mittun cerró el marcador para una desatada Islas Feroe. Una victoria histórica para ellas, un batacazo para España. Toca levantarse.

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