ATLETISMO | MUNDIALES EN BUDAPEST

Kerr da la sorpresa y bate a Ingebrigtsen en la final del 1.500

El británico Kerr le arrebata el oro, con 3:29.38, al ogro noruego en el 1.500 como hizo el año pasado su compatriota. Mario García Romo es sexto (3:30.26).

Budapest
CHRISTIAN BRUNAEFE

Ingebrigtsen (22 años) corre como si en la suela de sus zapatillas llevara una cinta mecánica que le hace deslizarse sin aparente esfuerzo sobre el tartán. Sin embargo, tras lo sucedido en la final del 1.500 de los Mundiales de Oregón 2022 el ogro noruego da menos miedo. Si en la cita de Eugene fue Jake Wightman el que derrotó al atleta biónico modelado para derrotar récords, ganar oros y aplastar rivales en Budapest ha sido otro británico, Josh Kerr el que le ha vuelto a vencer.

Y eso que tras el pistoletazo de salida la carrera salió como se esperaba, rapidísima. Kipsang tomó el mando e Ingebrigtsen no dudó. Se puso a espaldas del keniano... por unos instantes. Jakob tomó la opción que le llevó al oro en los 5.000 de Oregón. Tirar y marcar su ritmo para pegar pequeños cambios e ir alejando rivales. ¿Y Mario García Romo? El español ocupaba las últimas posiciones, pero se le veía con buena cara.

Javier EtxezarretaEFE

56:01 al paso del 400; 1:54.19 en el 800; 2:22.06 en el kilómetro; y 2:35.89 al toque de campana. Todo parecía preparado para que el campeón olímpico (Tokio, 1.500), mundial (Eugene, 5.000), tetracampeón Europeo (Berlín y Múnich, 1.500 y 5.000), bicampeón de Europa de campo a través y recordman mundial indoor de 1.500 ejecutara.... pero en el cambio que la máquina de Sandnes pensaba que era el definitivo encontró una piedra en el camino. Kerr aguantaba e incluso intentaba adelantarle en la curva del 200.

Esta vez Jakob no miraba al público, no hacía gestos, no giraba su tronco para dirigir la mirada a otros sitios. Intentó sacar la versión 5.0 del atleta biónico, pero era el día del británico que se impuso con 3:29.38, a 33 centésimas de su marca personal. Jakob, cabizbajo al ver su inesperada derrota, incluso tuvo que apretar para no verse superado por su compatriota Nordàs, el mediofondista que entrena su propio padre Gjert (el patrón del clan Ingebrigtsen) y que se quedó a tres centésimas de la plata. García Romo no pudo pelear por los metales y entró en meta sexto con 3:30.26, justo por detrás de su amigo y compañero de piso en EE UU, el norteamericano Nuguse (3:30.25).

“Quería un oro y me he quedado sin medalla. No he encontrado los huecos al principio para poder estar delante, que es lo que me habría gustado, pero aún así he dado todo lo que tenía. Si el deporte fuera previsible no lo vería nadie. Depende de cada carrera. Estoy seguro que en el futuro lograré esa medalla en un Mundial. Con trabajo, duro y constante, y disfrutando caminas lejos. Sabía que Ingebrigtsen era derrotable y lo ha hecho Kerr como lo podríamos hacer todos. Esto es un campeonato, no una Diamond League”, decía el atleta español.

JOSH KERR

“Es la recompensa de muchos años de arduo trabajo. Estoy muy orgulloso de estar en la cima del mundo. Simplemente hice lo que siempre hago: dar todo lo que tengo y ver si alguien se interpone en mi camino. En la la curva pensé: ‘Debes dar todo lo que tienes’. Y eso hice en los últimos 30 metros. Me entregué con todas mis fuerzas, no me importaba cuánto dolor tenga, tenía que hacer todo lo posible para llegar primero a la meta”.

JAKOB INGEBRIGTSEN

“Josh hizo una buena carrera pero me siento desafortunado por no ganar, que es lo que he estado haciendo toda la temporada, que es ganar, especialmente porque es la final del campeonato mundial. Es lo que es, pero por supuesto que estoy decepcionado. Intenté dar el 100%, pero no es fácil cuando no te sientes al 100%. Sentía la garganta seca y dolorida en el calentamiento de hoy. Correré el 5.000 pero no sé cómo me irá”, aseguraba en zona mixta el noruego.

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