ATLETISMO

“Mi sueño es ser campeón olímpico y mundial... y varias veces”

Thierry Ndikumwenayo, recientemente nacionalizado, fija en charla con AS su posible debut con España: “El objetivo es ir al Mundial de Budapest 2023... y después a los Juegos de París”

Wifredo GarcíaEFE

Thierry Ndikumwenayo (Kinama, Burundi, 26/03/1997) ha irrumpido en la élite de manera explosiva en 2022. El fastuoso corredor de mediofondo, fondo y cross que dominó los 5.000 metros de la Diamond League con la victoria en Mónaco y el segundo de Roma como grandes resultados (en la final de Zúrich abandonó por molestias lumbares), y que firmó la mejor marca mundial del año en 3.000 con 7:25.93 (7º tiempo de la historia) ha llegado al cross con la misma fuerza. Triunfos en Soria y Atapuerca ante los mejores especialistas y un éxito más, éste en términos administrativos: la nacionalidad española por carta de naturaleza. Ahora espera el transfer de World Athletics para ir a grandes campeonatos. ¿Cuándo? “El objetivo es correr con España los Mundiales de Budapest (agosto de 2023) y después estar en los Juegos de París. No puedo asegurar que estaré en Hungría pero creo que sí. Correría 5.000, que es mi prueba, aunque en mítines también me gustaría hacer 1.500 y 3.000. Estoy muy contento de ser español y daré el máximo para representar a este país”, asegura a AS.

Thierry Ndikunwenayo, del equipo Playas de Castellón, se ha proclamado campeón en el XVIII Cross Internacional de Atapuerca. Santi OteroEFE

En ese largo camino para vestir la camiseta patria ha habido momentos duros, uno de ellos renunciar a los Juegos de Tokio con Burundi que era clave para cumplir con los tres años sin competir, algo que no hace con el país africano desde el Mundial de Doha 2019... el año que solicitó ser español. “Renunciar a unos Juegos es una decisión muy complicada. En Burundi hay atletas rápidos, pero no hay competiciones ni pistas. Es muy difícil progresar y ganarse la vida en el atletismo. Pedí la nacionalidad española hace tres años y no me habían dicho nada nunca. Estaba esperando como otras personas... imagino que los resultados han acelerado todo. Yo vivo aquí, estoy muy bien, me gusta y me ayudan mucho. Por eso prefiero correr para este país e intentar ganar muchas medallas. Mi sueño es ser campeón olímpico y mundial... y varias veces”, afirma este seguidor del Real Madrid y del Villarreal que adora la paella.

El futuro pinta color de rosa para este prodigio de 25 años, pero... ¿cómo acabó en España? “En 2014 fui a los Juegos de la Juventud en China que son como los Juegos Olímpicos Sub18 (fue plata en 3.000) y Llorenc (Solbes) vino a buscarme para ofrecerme venir a Alicante a entrenar con él. La federación de Burundi me dijo que era muy joven, que tenía que estudiar y que no podía ir a España. Yo seguí entrenando y en 2015 fui a un Campeonato de África donde hice 13:27 en 5.000. Llorenc volvió a intentarlo y ahí sí me dejaron sin ponerme problemas. Llegué con un visado de 3 meses y luego me quedé casi 10 meses en Burundi esperando otro. Regresé pasado el verano de 2016, ahí me dieron un piso y todo lo que necesitaba. Desde ahí estoy aquí”, relata. Un contrato del Club de Atletismo Playas de Castellón fue el factor clave.

Tanto que Pepe Ortuño, fundador del Playas, también estuvo al quite en otra encrucijada. “La llegada de la pandemia complicó mucho todo. Llorenc se fue a Qatar a entrenar y yo no podía quedarme solo entrenando. Pregunté a Pepe si podía venir a Castellón a entrenar con él y me dijo que sí. Ya llevo dos años aquí”, dice Thierry antes de desvelar que llegó al atletismo de casualidad: “Empecé a correr con 16 años, antes jugaba al fútbol. Un día estaba con un amigo atleta e hicimos una carrera de 200 metros. Me ganó, pero me propuso una revancha en la pista. Al llegar el día me dijo que debía entrenar con su grupo de atletismo y le pregunté si yo podía ir. Entrené con ellos y su preparador me dijo que corría bien, que era un buen atleta... y ahí empecé”.

De ser habitual liebre ha pasado a estrella internacional en poco tiempo. ¿Cómo lo explica? “Mi cambio de ser un atleta más modesto a lo conseguido en 2022 ha sido gracias al duro trabajo diario. Cuando llegué a trabajar con Pepe cambié todo en mi preparación. Y viéndome cómo evolucionaba me quité todos los miedos de la competición”. Fuera lastres, bienvenidos los éxitos. Este domingo en Sevilla buscará su tercer triunfo consecutivo en el cross (“intentaré ganar en Itálica, ojalá”) y en 2023 llegará el momento de confirmar que estamos ante un atleta que opta a todo al máximo nivel. Pronto ya con la bandera española a la derecha de su nombre en rótulos y clasificaciones.

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