Lyles es el hombre más rápido... aunque lejos de Bolt

Los 100 metros masculinos son para algunos la carrera que define la alcurnia de los Mundiales o los Juegos Olímpicos. El vencedor recibe el simbólico apelativo de hombre más rápido del mundo, un honor que a lo largo de la historia han recibido mitos como Carl Lewis o Usain Bolt. En la 19ª edición, en Budapest, dos hombres centraban el duelo, un enfrentamiento fratricida que comenzaba antes de salir al tartán del National Athletics Centre... y que acabó en semifinales.

“Nadie viene a ver nada específico más que al hombre más rápido del mundo. Por eso, si me preguntas qué quiero ser, quiero ser el hombre más rápido del mundo”, decía Kerley antes del título en Eugene 2022 y, de paso, explicar por qué dejó los 400 metros, donde fue bronce en Doha 2019. “Quiero tres oros en Budapest y el récord de Bolt del 200″, decía en la previa Noah Lyles, campeón del 200.

El momento de la verdad tenía un ensayo general en las semifinales después de que ambos pasaran la primera ronda sin despeinarse (9.99 Kerley, 9.95 Lyles). Y ahí Kerley se quedó fuera. Eliminado con 10.02. Por su parte, Lyles se impuso con mucha solvencia y sus gestos habituales con 9.87 en la serie en la que el campeón olímpico, Marcel Jacobs, también se quedaba fuera de la final. Una ronda definitiva que tendría dos estadounidenses, dos jamaicanos, un británico, un japonés, un botsuano y un keniano.

Pese a no salir bien, Lyles apretó y convirtió su condición de favorito en oro con 9.83, marca personal. Plata fue el botsuano Tebogo (9.88) y bronce el británico Hughes (9.88). Una milésima les separó... y a tres se quedó el jamaicano Seville. Lyles ahora empezará a defender su reinado del 200, en el que es más favorito aún y en el que amenaza el récord mundial de Bolt (19.19). Después vendrá el relevo...