Llopis: “En Tokio competí mejor, sé que las medallas llegarán”
El atleta valenciano, cuarto en el último campeonato del mundo en 110 metros vallas, recibe un homenaje de la Fundación Trinidad Alfonso.
Quique Llopis (Bellreguard, Valencia, 2000) se quedó a cuatro centésimas de tocar metal en los pasados campeonatos del mundo de Tokio. Otra vez a las puertas del pódium, como en Glasgow, como en París. Pero éste último cuarto puesto lo ha saboreado más. “Noté una mejoría, competí mejor”, señalaba el atleta valenciano en un acto de tributo que le ha dedicado la Fundación Trinidad Alfonso, que le arropa desde 2019 como uno de los becados en el Proyecto FER. Llopis se ve fuerte, con confianza. El especialista en 110 metros vallas ha demostrado que tiene alma de cultura del esfuerzo, algo que quedó demostrado por su resurgir tras su grave caída de hace dos años en Estambul.
Pasadas unas semanas de la final de Tokio, ¿qué lectura hace de su cuarta plaza?
Al final el cuarto puesto puede parecer que no es mal puesto, aunque te vas con mal sabor de boca. Pero, a diferencia de lo que sentí en París, en Tokio nos quedamos contentos por el trabajo, aunque obviamente te queda la amargura de lo cerca que has estado de una medalla. No quedaotra que seguir trabajando y puliendo pequeños detalles. Sé que algún día conseguiremos estar en esas medallas.
¿Qué tiene que mejorar para recortar esas cuatro centésimas que le privado de una medalla?
Hay que pulir a nivel técnico… hay unas cuantas cosas que podemos mejorar. En la salida tenemos detalles que mejorar, aunque hemos tenido una mejoría. Pero para estar a nivel mundial hay que mejorar todo lo que se pueda.
Tengo detalles que pulir, en la salida hay detalles que mejorar"
Llopis
Dice que en Tokio se quedó más contento que en París, ¿por qué?
Porque competimos mejor. En París tuve un par de toques fuertes en las dos primeras vallas, lo que me dejaron fuera de carrera. Supimos resolverlo relativamente bien durante la carrera para lograr esa cuarta plaza, pero en unos Juegos Olímpicos los errores no se perdonan. En Tokio cometimos menos errores, aunque hubieron ciertos detalles en la parte inicial que tenemos que mejorar.
Para quienes nunca hemos estado ahí abajo en una salida, ¿de qué detalles habla?, ¿influyen los nervios?
El nivel de nervios y de preocupación la verdad es que lo llevamos muy bien. Ahí no hay problema ninguno. Es todo a nivel técnico, hay ciertos apoyos que se pueden mejorar para no estar tan hundido. Y también tenemos que revisar toda la carrera en general. Todo lo que sea para mejorar, bienvenido.
¿Cuánto puede influirle en el futuro las experiencias de París y Tokio?
Muchísimo. Es muy importante esas experiencias. Pero no solo por las finales. Durante todo el año he competido mucho con el resto de atletas, casi cada fin de semana. Así que sabes cómo corre uno, cómo otro, cómo puede ser la carrera…
¿Qué siente al verse ahí cara a cara con estadounidenses y jamaicanos. Usted rompe con el estereotipo?
La verdad es que es algo que tengo interiorizado, que lo he normalizado. A fin de cuentas me encuentro con ellos casi cada fin de semana y en alguna ocasión sabes que les has conseguido ganar.
¿En una final, los corredores se comportan de manera diferente?
No. Al final la gente corre igual. Si uno tiene un buen final, lo va a tener siempre. Las semifinales de hecho la veo siempre más complicadas, porque hay más tensión. La gente sabe que solo hay ocho plazas y hay más tensión. Pero la gente acaba siempre corriendo igual y acabas conociéndolos.
Si echa la vista atrás, a los días posteriores a su caída en Estambul, ¿Imaginaba que llegarían estos cuartos puestos?, ¿O le dan si cabe más valor a ellos?
Yo en ningún momento dudé tras la caída de Estambul. Tenía claro que con trabajo conseguiría recuperar el nivel y estaría mejor. Con muchísimo trabajo, lo hemos conseguido.
En ningún momento dudé tras la caída en Estambul, sabía que conseguiría recuperar el nivel"
Llopis
¿Una medalla se ha convertido en una obsesión?
Es un objetivo, el sueño e cualquier deportista, conseguir esa medalla a nivel mundial. De todas formas, no cambiaría nada de lo hecho hasta el momento para conseguirlo, continuaría trabajando igual.
¿Qué perspectivas tiene de cara a la próxima temporada?
De momento descansando un poco. Nos quedamos unas semanas en Tokio de descanso, que hacían falta. La semana que viene volveremos a entrar y de cara a finales de enero comenzará la competición. Ahora quedan meses de mucho trabajo, que son los más importantes para después competir.
¿Qué objetivos se marca a nivel de competiciones?
En el Campeonato del Mundo en pista cubierta (Polonia, marzo) trataré de luchar por estar en una final. En 60 metros se nos complica un poco más a nosotros, pero intentaré mejorar el cuarto puesto de Glasgow. En pista cubierta iré con más calma, porque hay que preparar bien el Campeonato de Europa de Birmingham (agosto).
¿Qué le haría más ilusión conseguir en 2026? Como curiosidad, se cumplirá una década del récord de España de Orlando Ortega (13”04)…
Obviamente un récord de España me gustaría conseguirlo, pero un récord puedes conseguirlo en cualquier prueba y un campeonato de Europa lo disputas unas cuantas veces en tu carrera. Así que si tuviera que elegir un hito en 2026… ser campeón de Europa. Al final es algo muy complicado de conseguir, porque tienes que llegar a esa prueba y al día de la final en tu mejor momento.
Y en 2027 Campeonato de Europa de pista cubierta en Valencia…
El 60 metros no es mi prueba... pero en Valencia lo tendrá que ser.
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