ATLETISMO | ADEL MECHAAL

“Ingebrigtsen está alimentándose a base de plátanos, a ver si le entra una diarrea y flojea...”

Adel Mechaal logra su pase a la final del 3.000 donde se verá las caras con el ogro noruego. “Es un monstruo, casi inhumano... pero voy a intentarlo”.

Estambul
OZAN KOSEAFP

Adel Mechaal (32 años) ha llegado a Estambul, su ciudad de residencia, con el objetivo de derrotar a Jakob Ingebrigtsen en el 3.000 del Europeo de Estambul. El español sabe que si sucede se colgará casi con seguridad el oro y pese a la dificultad jugará sus cartas en la final del domingo (18:00 horas) tras clasificarse al ser segundo en su serie con 7:50.69 (el noruego ganó la suya con 7:56.57). “He tenido sensaciones buenas y ahora a pensar en la final. No quiero arrugarme y el atletismo no son matemáticas, pero a veces hay que ser consciente de las cosas. Yo voy a intentarlo. Creo que puedo cerrar el último mil en 2:22 o 2:23. Veremos si él lo hace aún más rápido”, dice a AS.o

Erdem SahinEFE

Eso sí, Mechaal reconoce que el nivel del ogro noruego es superlativo: “Ayer viendo a Ingebrigtsen por la tele es que parece que le da igual todo. Es un tío con un ego, una confianza y una autoestima tremendas, se acaban las calificaciones. Lo que hizo en el 1.500: 1:12, 1:12, 1:10 con esa facilidad... 3:33 él solo, uf. Quiere hacer historia y quizá no le valga sólo con el oro también del 3.000 y quiera batir récords y saldrá rápido. Además no querrá sorpresas y tensará a falta de cinco o seis vueltas para que nadie llegue con él a los últimos metros. Mi deseo es que Jakob no pueda celebrar la victoria o al menos que tenga que esprintar hasta el último metro”.

Jakob IngebrigtsenAnadolu AgencyGetty

¿Piensa que le pueden afectar tantas carreras? Adel es rotundo: “Sinceramente me gustaría pensar que le pueden pasar factura cuatro carreras, pero es que creo que no. Yo sé cómo estoy, en forma y fuerte pero lo que vi en la final del 1.500 me hizo pensar que es un monstruo, casi inhumano. Hizo 3:33 solo saliendo lento los primeros cien metros y si le hubieran apretado tenía un cambio más”. Eso sí, el mediofondista se lo toma con humor y busca alternativas: “Ojalá a falta de 500 metros le entre una flojera (ríe). Está alimentándose a base de plátanos porque no le gusta la comida del hotel... a ver si le entra una diarrea o algo (vuelve a reír). Es la única manera de debilitarlo con toda sinceridad”. Por último, explica la ventaja de conocer bien el Ataköy Arena aunque eso no afecte al resultado: “Es una pista que conozco muy bien porque he entrenado aquí muchísimas veces. Pese a vivir aquí estoy desconectado de todo y ni siquiera he visto aún a la familia de mi mujer para controlar los estados emocionales”.

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