Gloria para Jepchirchir en la maratón y gesta histórica uruguaya de Paternain
La keniana se impone en la distancia de Filípides en Tokio tras un impresionante esprint ante la etíope Assefa, mientras Julia da al pequeño país su primer metal de siempre.
Hacer historia o realizar una gesta histórica es a veces un cliché periodístico para darle grandilocuencia a un éxito deportivo. Sin embargo, en el caso de Julia Paternain es un dato absolutamente empírico. La atleta uruguaya fue bronce, con 2h27:23, en la maratón de los Mundiales de Tokio y otorgó al pequeño país sudamericano el primer metal de todos los tiempos en una cita planetaria, una presea sin precedentes y se podría decir que casi inesperada ya que era la segunda vez que afrontaba la distancia de Filípides, esos terroríficos 42,195 metros.
El atletismo celeste tiene una gran estrella en una maratoniana de 25 años, nacida en México pero de padres uruguayos, que vive en Estados Unidos como sus progenitores y que llegó a representar a Gran Bretaña, donde residió en su infancia, en un Europeo Sub-19. De hecho, no fue hasta el 17 de enero de 2025 cuando completó exitosamente el proceso administrativo frente a World Athletics para representar a Uruguay. Debutó con esta bandera el 19 de enero, en la media maratón de Houston, terminando en el puesto 30º y batiendo el récord de Uruguay de la distancia con 1h12:01... además de las de 5 km (16:53), 10 km (33:34) y 20 km (1h08:15) en los parciales.
“No puedo creerlo, estoy en shock. Mi entrenador me dijo que corriera mi propia carrera y que la gente me apoyaría a medida que avanzara. Eso fue exactamente lo que pasó. Fue la estrategia perfecta. Hacia el final, pensé mucho en correr por Uruguay. Me encanta poder correr por Uruguay. Toda mi familia es de allí. Crecí en Inglaterra y vivo en Estados Unidos, pero soy hincha del Nacional. Espero visitar Uruguay pronto y me encantaría ser un ejemplo para las jóvenes de Sudamérica, para que vean que todo es posible. No importa de dónde vengas. Solo necesitas un par de zapatillas. Empecé a correr a los 16 años y ahora tengo 25. Cualquiera puede hacerlo”, afirmaba una emocionada Paternain en zona mixta.
La gesta de Paternain fue para subir al último escalón del podio en Japón; por delante, la batalla por el oro fue grandiosa entre la keniana Peres Jepchirchir y la etíope Tigist Assefa. Tras completar 42 kilómetros se lanzaron a un impresionante esprint, ya dentro del Estadio Olímpico, para asignar el orden del oro y de la plata. Y Jepchirchir sacó una velocidad explosiva para hacer imposible los esfuerzos de Assefa. Victoria con 2h24:43 por las 2h24:45 de la explusmarquista mundial (ahora lo tiene la keniana Ruth Chepngetich, recientemente castigada por la AIU por uso de hidroclorotiazida, con 2h09:56 en Chicago 2024).
“Al entrar al estadio, la afición me inundó de energía. La verdad es que no esperaba ganar. No era mi plan final esprintar en los últimos metros, pero cuando vi que estaba a 100 metros de la meta, empecé a correr. Encontré energía escondida”, decía una feliz Jepchirchir. Por su parte, Assafa explicaba: “Fue lo mismo que en los Juegos Olímpicos de París, cuando también terminé segundo tras perder al esprint contra Sifan Hassan, pero no me gusta pensar que perdí el oro. Siempre trato de ser positiva y pensar que gané la plata. Cada medalla es muy especial e importante para mí, sin importar si es olímpica o mundial”.
REPRESENTACIÓN ESPAÑOLA.
Laura Luengo, en la tercera maratón de su vida, fue 11ª con 2h30:55, mientras Fátima Azzaharaa Ouhaddou acabó 24ª con 2h35:05. El puesto de Luengo es el mejor de una maratoniana española en un Mundial en los últimos 12 años y el tercero en la historia tras el quinto de Alessandra Aguilar en 2013 y el sexto de Mónica Pont en 1995.
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