Atletismo | Mundiales en Tokio

Fiasco de Ingebrigtsen (parte 2) en el oro de Hocker, “robado” según él en el 1.500

El ogro noruego, eliminado en series del ‘milqui,, no logra ni puesto de finalista en el 5.000. El estadounidense ‘raja’ tras su oro logrado con gran trabajo del equipo de EE UU.

KIRILL KUDRYAVTSEV
Nació en Madrid (1976). Licenciado en Derecho con un master de postgrado en periodismo deportivo. Entró en AS en 2004 en Más Deporte para pasar a motor (15 años) y en 2020 regresó a poli donde hace atletismo, golf, deportes olímpicos... Ha cubierto deportes de motor (F-1, MotoGP, Fórmula E...), europeos y mundiales de atletismo, y eventos de golf.
Tokio Actualizado a

La final del 5.000 era motivo de corrillos entre los periodistas. ¿Volvería a ser otro desastre de Jakob Ingebrigtsen o resurgiría el cíborg inhumano que lleva 27 medallas internacionales con 24 años? El ogro nórdico, que cayó en las series del 1.500 mantuvo la duda hasta el sonido de la campana. Al paso del cuarto kilómetro cogió la cabeza y parecía que resurgiría, pero todo acabó en fiasco. Como dormido y sin fuerzas fue adelantado por hasta nueve rivales para acabar décimo con 13:02.00. Venía a por dos oros y se va siquiera sin una plaza de finalista. Sus problemas en el talón de Aquiles han destrozado su 2025. “No he sido yo en Tokio, habrá nuevas oportunidades”, decía escuetamente Ingebrigtsen.

El sucesor en el trono de Jakob es Cole Hocker, campeón olímpico de 1.500, que remató una perfecta estrategia de EE UU. Grant Fisher y Nico Young marcaron un ritmo rápido sin dejar que nadie lo modificara, salvo vuelta y media Ingebrigtsen. Como relojes suizos, pese a ser estadounidenses: 2:40, 2:35, 2:36, 2:35 y el cuarto 2:42 porque se metió por medio Jakob. Aun así el guion salió perfecto y a la entrada de la recta definitiva irrumpió con toda la potencia Hocker para sellar la victoria con 12:58.30, con plata para el belga Isaac Kimeli (12:58.78); y bronce del francés Jimmy Gressier, oro en los 10.000 metros, con 12:59.33.

FRANCK ROBICHON

“Sentí que me habían robado en el 1.500 (fue descalificado en semifinales por pisar fuera de la pista). Sabía que hoy tenía la oportunidad de tomarme la revancha, que tenía las piernas para llevarme este oro. Tenía muchos corredores por delante, pero me sentía muy fuerte, lo suficiente como para superarlos uno a uno. Mi objetivo era ganar también el 1.500, pero no me dejaron y me he tenido que conformar con uno.“, decía en zona mixta Hocker.

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