ATLETISMO | MUNDIALES EN BUDAPEST

El rey de la velocidad dobla oro

El norteamericano Noah Lyles vence, como ya hizo en el 100, con 19.52 por delante de su compatriota Knighton y el botsuano de 20 años Tebogo. Aún le queda el 4x100.

Budapest
ANTONIN THUILLIERAFP

La sombra del relámpago revolotea por el National Athletics Centre de Budapest. El 19.19 con el que Usain Bolt maravilló al mundo en el Olympiastadium de Berlín en 2009 aún lidera la tabla y aunque el velocista jamaicano ya no saca fuego de los tartanes ‘sus herederos’ se concentraban en la pista húngara. Noah Lyles (tercera mejor marca de la historia con 19.31), Erriyon Knighton (quinto atleta más rápido, 19.49), Letsile Tebogo (sexto, 19.50) y André de Grasse (décimo, 19.62) piensan en él. Bueno, en realidad el que siempre yenía su nombre en los labios es el campeón del mundo de 100 metros... y ahora tricampeón de 200.

“Quiero batir el récord de Bolt”, repite como un mantra ante cualquier periodista presente en Budapest. En la previa incluso puso números a su resultado: “Correré en 19.10″. El estadounidense de 26 años nacido en Gainesville insiste en que “el juego mental es tan importante como el trabajo físico”... y él es un experto nivel pro. Palabras que perduran para la historia si se logra el objetivo o que te persiguen durante tu carrera. En Budapest no estaba Bolt en los tacos, pero la pléyade de rivales era impresionante. Ganar llevaría obligatoriamente una gran marca, Lyles lo sabía... y ejecutó.

KIRILL KUDRYAVTSEVAFP

Lyles salió fuerte pero no espléndido. De hecho fue el tercero por detrás de Tebogo y Hughes. Pero el hombre más rápido del mundo en la actualidad es potencia pura. Y progresión. Al paso del 100 ya iba primero con sus compatriotas Knighton y Bednarek pisándole los talones (a 0.02). Lyles parecía sonreír por un instante, sabía que en la recta final lleva el control. Victoria con 19.52, muy lejos de sus ‘prometidos’ 19.10, pero suficientes para el doblete de oros. Afirmó que se llevaría “tres” en Budapest. Eso lo cumplirá con bastante probabilidad en el relevo 4x100 (hoy, 21:40).

La plata fue para el heredero que no consigue alcanzar al maestro, Knighton. En Eugene 2022 fue tercero tras Lyles y Bednarek; en Budapest 2023, segundo tras Lyles. No le dio guerra, no fue rival hasta la línea de meta. 19.75 para él, a 0.23. Un mundo en el 200. El triplete norteamericano no se concretó. Bednarek fue quinto, el bronce se lo llevó el llamado a molestar a los estadounidenses en próximos eventos importantes: el botsuano Tebogo (20 años). El africano hizo 19.81. Ellos se repartieron las medallas, ellos fueron los únicos en bajar de veinte segundos. Bolt sigue en su pedestal, Lyles es el rey actual. Su cara demostraba satisfacción, pero su show posterior poco tuvo que ver con los habituales del icono del atletismo de EE UU.

100 METROS FEMENINO.

En categoría femenina, Jamaica recuperó parte de su trono tras ver como Sha’Carri se llevaba el oro del 100. Shericka Jackson, única integrante en la final del país caribeño, salió como un misil, hizo una curva maravillosa y una recta final pletórica para evitar que las dos velocistas de las barras estrellas, Richardson y Thomas, le alcanzaran. Su velocidad fue hipnótica, las miradas sólo se pararon en el cronómetro cuando la fabulosa bala de Saint Ann’s Bay cruzó la meta. Oro con 21.41, a siete centésimas de uno de esos récords que parecen perennes, el 21.34 de Florence Griffith-Joyner (1988).

ATTILA KISBENEDEKAFP

“He visto al mundo ser mi amigo y he visto al mundo volverse contra mí. Al final del día soy yo siempre la que está conmigo”, decía Sha’Carri, la reina del hectómetro que en el doble fue bronce a espaldas de su compatriota Gabrielle Thomas: 21.81 y 21.92 (mejor marca personal), respectivamente. Jackson sacaba 0.15 en el 100, sacó 0.40 en el 200. Victoria contundente. La velocidad sigue siendo cosas de dos, esta vez EE UU y Jamaica se han repartido los oros en categoría femenina.

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