El mundo se detiene con el prodigio Gout Gout: “¿Quién no quiere ser Usain Bolt?”

El atletismo ansía ver a este joven de 17 años enfrentándose con los monstruos de la velocidad. En Tokio eso sucederá hoy (quinta series, 13:43 horas) por fin en los 200 metros. Gout Gout está preparado para la exposición frente a Letsile Tebogo, Noah Lyles, Bryan Levell, Robert Gregory... “¿Quién no quiere ser Usain Bolt?”, asegura el australiano al ser preguntado por el apelativo que ha recibido tras su desempeño en la pista. Su 19.84 (con viento ilegal) maravilló al mundo y su 20.02 en Ostrava (récord nacional) demostró que no fue casualidad. El propio Bolt ‘bendice’ al prodigio ‘aussie’ en Japón... aunque con consejo: “Tiene un potencial gigantesco, pero la clave de su evolución será saber manejar la cabeza”. Además, ya ha corrido dos veces el 100 en 9.99, ambas también con viento ilegal.

La historia de Gout Gout es la de la búsqueda familiar de un futuro mejor. Sus padres, Bona y Mónica, emigraron desde Sudán del Sur en una familia (es el tercero de siete hermanos) que escapó de la guerra en África y él ya nació el 29 de diciembre de 2007 en Australia, concretamente en Ipswich, a las afueras de Brisbane. Con un contrato blindado con Adidas hasta 2032, año de los Juegos en su país, Gout pasó su infancia jugando al fútbol antes de centrarse en el atletismo con 12 años al llamar la atención de los entrenadores de atletismo del colegio. Y se hizo viral con 14 años al correr en 10.57 los 100 metros reventando el récord australiano Sub-16. Con 15 corrió el 200 en 20,87, también récord nacional Sub-16.

“Sé que la gota (artritis inflamatoria que provoca mucho dolor en las articulaciones) es el nombre de una enfermedad y no quiero que a mi hijo le llamen así”, explica Bona al ‘Canal 7’ australiano. Ante tal situación, el mánager James Templeton ha decidido que se siga escribiendo igual y se pronuncie Gowt Gowt (Gaut, Gaut) de ahora en adelante. Un galimatías de enredo con estilo Antonio Ozores.

Otra curiosidad es el entrenador, en este caso entrenadora. Es Di Sheppard, una sexagenaria siempre con visera y gafas de sol, que lleva una rodillera y cojea debido a que un coche la atropello yendo en moto y ha sido operada once veces de una pierna derecha que tiene estafilococo dorado, lo que significa que en cada intervención la infección se puede reactivar con la herida abierta y los riesgos de amputación crecen. Buena parte del mundo descubrirá hoy a Gout Gout... y ya nadie podrá olvidar lo que ha visto.

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