A un zarpazo del Mundial

Llegó la hora. A la Selección femenina de rugby le quedan dos balas para estar en el Mundial que acogerá Inglaterra el próximo año y la primera la disparará este sábado. Enfrente (18:30, Movistar Deportes 5) estará Países Bajos, un equipo al que las Leonas han derrotado en cada uno de sus 13 enfrentamientos previos, el último en el Europeo del año pasado, que sin embargo evidenció cierto acercamiento neerlandés, y la senda de crecimiento se ha mantenido desde entonces. Así que no es un ‘coco’, pero tampoco un combinado al que convenga subestimar.

“En el Europeo no nos jugamos nada y vamos con otra mentalidad. Ahora nos hemos dado cuenta de que han dado un salto de calidad muy grande. Vienen de ganarle a Fiyi, que a nosotras nos costó bastante el año pasado, y casi a Samoa. No es una posición de confort. Es un reto. Estamos manteniendo mucho la concentración, pensando que no nos han ganado nunca, pero que siempre puede haber una primera vez”, avisa en charla con AS la tercera línea Carmen Castellucci, uno de los pesos pesados de un conjunto que tras una etapa de transición va consolidando el bloque, en el que la experiencia la ponen figuras como la suya, que pese a sus 22 años recién cumplidos ya acumula 19 internacionalidades, y sobre todo las de Laura Delgado (42 caps), Lourdes Alameda (31) y Anne Fernández (24 con el XV y otras muchas con el seven) . “Físicamente yo creo que han dado un cambio muy grande. Y en el sistema de juego van pareciéndose a nosotras, en la forma de mover el balón. Se notó mucho contra Samoa. Están más fuertes y más series”, completa.

La Selección viene de tumbar en el primer duelo de la cita a la cenicienta, Madagascar, por un contundente 83-5. “En el resultado hubo mucha diferencia, es uno de esos partidos que no sabes qué esperar, porque nunca habíamos jugado contra ellas. El reto principal era no salirse del partido, que es lo más duro en encuentros de este tipo, y lo conseguimos. Impusimos nuestro juego y nuestro sistema. Jugamos a lo nuestro y salimos contentas por eso”, valora Carmen un test de esos que a veces pueden ser contraproducentes por las distancias con el rival. Este sábado volverá a ser de la partida en una alineación con cinco cambios respecto a la que enfrentó al equipo africano. Entran la citada Delgado y De Andrés en la primera línea, Alba Capell y Nerea García en la tercera escoltando a Carmen, y Alba Vinuesa, recuperada de unas molestias, en el 13. Se cae de la convocatoria María Calvo, con problemas físicos. Las cuentas son fáciles: España tiene que ganar este sábado y esperar una derrota prácticamente descartada de Hong Kong ante Madagascar o una mucho más factible de Samoa ante Fiyi. Si no, se jugará todo a una carta contra Fiyi en la última jornada.

“Al final llevamos tres años de cambio generacional muy grande, en el que han salido muchas de las veteranas. Este año el equipo ya es más fijo. Se va notando su madurez. Al principio los resultados fueron complicados, contra Sudáfrica por ejemplo dimos un paso importante hacia atrás. Ahora en los entrenamientos se ve eso, madurez, aunque seamos un equipo muy joven”, cuenta cómo han ido asimilando todas las entradas y salidas de este ciclo Castellucci, que el año pasado se proclamó campeona de la Premiership con Gloucester. Conoce, por tanto, de primera mano el crecimiento de una competición ya plenamente profesionalizada, que cada vez ‘pesca’ más en las fronteras españolas. Síntoma por un lado de que el producto nacional sigue siendo competitivo, y causa por otro de que cada vez la División de Honor femenina tenga menos presencia en la Selección, una tendencia que apunta a consolidarse en próximos años. “Es brutal la diferencia ya. Tuve la oportunidad de jugar en Francia dos años, y ahora en Inglaterra, y los niveles son muy distintos ya. Han invertido mucho y han conseguido traer internacionales de todos lados. Por eso esa selección y otras nos empiezan a sacar varios cuerpos”, explica Castellucci, y pide “algo más”. “Ojalá que se invierta un poco más en la formación de jugadoras, para que no sea crecer y tener que irte”, lanza.

Sobre todo, para mantenerse a rueda de esos países, ante los que se ha reivindicado con ahínco en los últimos años, tras la expulsión del Seis Naciones en favor de Italia, un agravio comparativo. “Nunca va a ser suficiente, sobre todo a la velocidad a la que evolucionan el resto de equipos. Necesitamos un extra y la clasificación ayudaría”, sentencia Carmen. Ya se sabe que todo en el mundo del rugby es más fácil cuando juegas mundiales, y España acaricia el séptimo de su historia.

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