Rahm se queda a las puertas del número uno en Phoenix

EI primero de los nuevos ‘elevated events’ del PGA Tour cumplió con lo que esperaba el circuito cuando decidió juntar más a sus grandes estrellas, con mucho más dinero en juego, en una serie de citas a lo largo del calendario. Scottie Scheffler, Jon Rahm, Jason Day, Jordan Spieth, Justin Thomas... Si uno miraba este domingo quiénes comandaban la tabla en el Phoenix Open solo veía caviar. La crème de la crème, lo que todo el mundo quiere cuando se sienta delante del televisor para ver golf. Y más si el escenario es este, la cita más apasionante del año más allá de los majors y The Players, lo que en Estados Unidos llaman ‘the greatest show on turf’, el mayor espectáculo sobre hierba. Y más aún si en juego está el número uno del ranking y presentes los tres candidatos a ocuparlo. Rezagado el hombre que llegó al TPC Scottsdale como titular del trono, un Rory McIlroy que cerró 32º con -1 para -4 en la última vuelta, la pugna se convirtió en un mano a mano bajo el sol del gran desierto que es Arizona (EE UU) entre Scottie Scheffler y Jon Rahm, que cayó del lado del primero.

Partía en -13 el tejano y en -11 el vizcaíno, con el canadiense Nick Taylor como invitado VIP. Cumplió con creces en ese papel, y de hecho le discutió el triunfo más a Scheffler que el propio Rahmbo, pero al final pesó más el colmillo (dos bogeys en todo el torneo, ninguno ayer) de un jugador como Scottie, con cuatro triunfos PGA, entre ellos el Masters de 2022, que volvió a tocar metal con -6 para -19.

Rahm había empezado apretando, con birdie al 1. Le contestó Scheffler en el 2 y ambos restaron en el 3. Intercambiaban manos como si fuera un combate de boxeo y al final fue el estadounidense el que mandó a la lona al español. Le había hecho este bogey al 8, en la primera de las dos máculas de su día, y el líder se dejó un putt de birdie de seis pies en el noveno que embocó por todo el centro. Las pocas esperanzas que podían albergar sus perseguidores quedaron enterradas con un imponente eagle desde seis metros y medio en el 13 y un par desde otros cuatro y medio en el hoyo-estadio del 16, cruel con un Taylor que pegó un golpazo para ver cómo el green escupía su bola.

Fue la rúbrica de un triunfo que le reporta a Scheffler 3,6 millones de dólares (3,3 de euros) de la bolsa más lucrativa en lo que va de temporada (20 en total). Y que le lleva, por segunda vez, a la cima del ranking mundial. Rahm, que perdió la segunda plaza con un bogey al 16 y acabó tercero en -3 para -14, tendrá que esperar para volver a hollarla.