SEATTLE SEAHAWKS

La querencia de los Seahawks a acabar como una moto el año

El equipo de Seattle vuelve a repetir el esquema de temporada regular de las últimas campañas, lo que ha de atemorizar a todos sur rivales.

Brace HemmelgarnUSA Today Sports

Ayer vi a un equipo devastador en la jornada. Sólo a uno. Fueron los Seattle Seahawks. Vi cosas muy buenas de unos cuantos, dudas en otros, vi la pléyade de la clase media pelear hasta el final y vi equipos desahuciados. Pero grandeza pura, absoluta, sólo la vi en Minnesota con el equipo de los Seahawks devorando a unos Vikings incapaces de saber que les estaba aplastando una ola gigantesca.

Debe ser duro para la NFC comprobar que los campeones de las dos últimas temporadas están ahí. Que siguen ahí. No es que nadie los hubiera dado por muertos. A pesar de su inicio dubitativo, con dos victorias y seis derrotas, no estuvieron en la lista negra de nadie. Imponen demasiado respeto como para tratarlos igual que a unos cualesquiera.

Pero es que, ahora mismo, están con los cilindros alcanzando su punto ideal y los motores moviéndose al ritmo que les ha llevado a dos Super Bowls consecutivas, y que no les ha dado dos anillos de casualidad.

Recapitulando vemos que han ganado cinco de los últimos seis partidos. El único que se han dejado en el camino fue el maravilloso duelo al sol que les quitaron los Arizona Cardinals en Seattle. En cuatro de esos triunfos dejaron a sus enemigos en menos de 13 puntos (en dos de los casos en menos de 10), mientras que el quinto fue otro duelo aéreo contra los Steelers.

Esto quiere decir dos cosas. La primera es que su defensa, su gran arma, ha cogido velocidad de crucero. No es que, de repente, hayan solucionado el agujero que se les abrió en la Legion of Boom con el fichaje de Cary Williams, pero vuelven a parecerse a su mejor versión. La segunda es que son capaces de mirar, en ataque, a los dos equipos más explosivos de la liga, Arizona y Pittsburgh. Russell Wilson ha encontrado en Doug Baldwin un socio enorme y Thomas Rawls no ha hecho olvidar a Marshawn Lynch pero sí ha servido para apuntalar un muy decente juego de carrera.

Pero es que, además, esto no es nuevo. He ahí lo peligroso de la actual racha de estos Seahawks. Los de Seattle suelen usar diciembre para entrar en los playoffs con mucha inercia. Desde que Wilson es su QB su récord en diciembre es 13-2, y desde que los entrena Pete Carroll es de 17-6.

Esa inercia les llevó, además de las mentadas dos últimas finales, a ganar a los New Orleans Saints en un memorable partido de postemporada en la que entraron con 7 victorias y 9 derrotas. Lo que se dice llegar al momento culmen de la temporada en el punto justo de cocción.

Aunque su presencia en playoffs no está asegurada, pues con 7-5 de balance de victorias-derrotas están a un pestañeo de perder su actual plaza de wildcard, lo cierto es que difícil imaginarles fallando a su cita con enero. Las tres próximas semanas viajan a Baltimore para enfrentarse a los Ravens, y reciben a los Cleveland Browns y a los Saint Louis Rams. En todos esos casos son favoritos prohibitivos. Es cierto que concluyen su periplo en la temporada regular viajando a Arizona, pero es probable que para entonces ese partido ya no signifique gran cosa para ninguno de los dos.

Y eso es lo que tiene muy preocupada a la NFC. Los campeones están, como suele cuando llega diciembre, en forma. Y, siendo así, no es sensato apostar contra ellos.

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