VELA | 70ª ROLEX SYDNEY HOBART

El 'Wild Oats' de Bob Oatley entra en la historia

Supera los siete triunfos del 'Morna Kurrewa', un récord vigente desde 1960 batiendo al supermaxi estadounidense 'Comanche'.

El supermaxi australiano 'Wild Oats XI' de Bob Oatley, al mando de Mark Richards ha entrado en la historia de la mítica regata Sydney Hobart, considerada la más dura del mundo, al cruzar la línea de meta en el puerto tasmano de Hobart a las 15:03:26 hora local (05:03:26 hora española) y lograr su octava victoria en la prueba, batiendo el récord anterior de siete triunfos del 'Morna Kurrewa' vigente desde hacia 54 años.

El R&P 100 (de 30,45 metros de eslora), en cuya tripulación estaba el español Joan Vila como navegante, al que se considera como uno de los mejores del mundo, ha invertido un tiempo de 2 días, 2 horas, 3 minutos y 26 segundos en completar las 628 millas (1.163 Km.) del recorrido.

Además de ser un triunfo histórico, el octavo en diez años del 'Wild Oats' también ha sido realmente especial ya que Oatley, de 86 años, magnate australiano del vino y con una fortuna de casi 800 millones de euros se ha enfrentado al desafío del magnate de la tecnología estadounidense, el tejano Jim Clark, de 70 años, fundador de Netscape y con una fortuna de 1.200 millones de euros.

Clark, también apasionado de la vela de alta competición, presentó para esta edición su supermaxi 'Comanche', considerado el más caro y tecnológicamente más avanzado del mundo, en un proyecto liderado por el copa américa estadounidense Ken Read, considerado uno de los mejores patrones del mundo, formado un equipo en el que invirtió casi 30 millones de dólares.

Para Clark era más que un desafío ya que el 'Comanche', botado en octubre de este año, era un regalo para su joven esposa, la supermodelo australiana Kristy Hinze, conocida regatista y que quería competir en la Sydney Hobart, aunque finalmente y dado e alto riesgo que implica la travesía no lo hizo.

Ya desde la misma salida, el pasado día 26 a las 03:00 (hora española) se comprobo que la 'batalla' entre ambos colosos iba a ser la nota dominante de esta edición, aunque se interpuso un tercero en discordia, el 'Perpetual Loyal' australiano de Anthony Bell, vencedor de la prueba en 2011.

El supermaxi de Bell mandó durante las cinco primeras horas de competición, pero el 'Comanche' se pudo rápidamente en cabeza con el 'Wild Oaats' a u estela. Una avería en el casco y el timón obligaba posteriormente al 'Perpetual Loyal'a abandonar y la lucha se centró en el dúo de cabeza.

Poco después de la medianoche del día 27, y tras 22 horas de lucha sin cuartel, los dos rivales llegaban al temible estrecho de Bass aunque en esta ocasión los vientos eran relativamente suaves. el 'Wild Oats XI', con un gran maniobra de Joan Vila, se colocaba líder y en descenso hacia Tasmania lograba encontrar mejor presión de viento que su rival y llegar a tener una ventaja de 40 millas (80 Km.) sobre él.

A 200 millas (370 Km.) de la meta, el 'Comanche' lograba viento más favorable, y se colocaba a sólo 10 millas (18 Km.) a las 02:10 (hora española) de la madrugada de hoy. En ese momento el 'Wils Oats' viraba al Oeste para entrar en la desembocadura del río Derwent para remontarlo hasta la meta de Hobart.

Le restaban apenas 35 millas (70 Km.) por recorrer hasta la meta y el viento le fue favorable. Su velocidad era de 13-14 nudos (24-26 Km/h.) con el 'spinnaker' izado. El 'Comanche' lograba algo más de velocidad (15 nudos/28 Km/h.), pero debía conformarse con ser segundo a 40 minutos del vencedor. La lucha había sido han enconada que el tercer clasificado en ese momento, el 'Río 100' estadounidense de Mamouch Moshayedi estaba a casi 150 millas (280 Km.) de la meta.

Aunque el 'Wild Oats XI' rebajó su cronometro del año pasado en cuatro horas, quedó lejos del récord que él mismo posee desde 2012 con 1 día, 18 horas 23 minutos y 12 segundos. Oatley, que ha invertido más de diez millones de euros en el barco, botado en 2005 y que ha optimizado cada año, ha asegurado que: "El año próximo volveremos para batir este registro".

La tensión vivida a bordo del vencedor, no ya por lograr batir el récord referido, fue tal que Mark Richards, de 46 años y en su décimo tercera participación, no pudo contener las lágrimas al cruzar la línea de meta reconociendo que: "Aún no me puedo creer que estoy aquí como ganador".

De las 117 embarcaciones que tomaron la salida de Sydney, 108 siguen en competición y nueve han abandonado.

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