Más deporte | Baumgartner: el hombre supersónico

De militar paracaidista a héroe de deporte extremo

"Nacido para volar" es el lema tatuado en su brazo

Felix Baumgartner (20 de abril de 1969, Salzburgo, Austria) siempre ha tenido vocación de pájaro y un amor desaforado por el riesgo. En uno de sus brazos lleva tatuado su lema: "Nacido para volar".

Para poder acceder mejor a sus deseos se hizo militar paracaidista en su Austria natal y se especializó en aterrizajes en zonas pequeñas. Pero sus inquietudes no encontraban todo el espacio necesario dentro de la rígida disciplina militar. Baumgartner no resistió teniendo que acatar sin rechistar órdenes "estúpidas", como llegó a decir después para explicar su salida del ejército para transformarse en uno de los mejores especialistas de deporte extremo, si no el mejor, vista su hazaña de ayer con la que ha logrado mejorar tres récords estratosféricos: superar la barrera del sonido sin ayuda mecánica, arrojarse en paracaídas desde una altura a la que nadie se le ha ocurrido jamás (39.043 metros) y subir en globo hasta 39.068 metros.

Y por sólo 17 segundos no alcanzó a superar la marca de Joe Kittinger. El estadounidense logró en 1960 volar en caída libre durante cuatro minutos y 36 segundos. Baumgartner abrió su paracaídas cuando llevaba cuatro minutos y 19 segundos. Era complicado medir el tiempo cuando tu principal preocupación es mantenerte recto en la caída y no dar giros que pueden hacerte perder la orientación y caer en barrena.

La hazaña de ayer es la culminación de una extraordinaria carrera repleta de logros insólitos. Como, por ejemplo, cuando el 31 de julio de 2003 Baumgartner consiguió cruzar el Canal de la Mancha en caída libre, ayudándose de unas alas de fibra que le permitieron volar los 32,5 kilómetros desde Dover (Inglaterra) a Calais (Francia).

Memorable fue también su lanzamiento desde la mano del Cristo del Corcovado, en Río de Janeiro. En este, como en otros muchos saltos no permitidos por las autoridades locales, Baumgartner tuvo que hacerlo clandestinamente y preparar también su huida para escabullirse de la policía.

Baumgartner ha saltado también desde las Torres Petronas, en Malaisia, la Torre Mayor de México o el Turning Torso de Malmoe (Suecia). Pero todas estas hazañas se han quedado pálidas ante el salto de ayer, transmitido para estupefacción de toda la humanidad.

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