Wildeboer y Belmonte, al rescate de España

Mireia Belmonte y Aschwin Wildeboer son la última esperanza para que la natación española no se marche de vacío de este Mundial, lo que significaría un paso atrás con respecto a Roma-09 y un golpe moral con la vista puesta en Londres 2012.

La primera en saltar al agua será la del CN Sabadell, en las semifinales de los 400 estilos, prueba en la que parte con la mejor marca mundial del año (4:34.91). Mireia renunció al 800 libres y se ha centrado con Fred Vergnoux, su entrenador, en esta prueba, el último intento para salvar unos campeonatos por el momento discretos para el talento de Belmonte.

Aschwin, otro tótem de la natación española, voló ayer en las semifinales de 50 espalda y partirá con el cuarto mejor tiempo en la final. "Voy a ir a saco", comentó el nadador que se entrena en Dinamarca y que ayer estuvo escuchando los consejos de su amigo y ex rival Aaron Peirsol, el dominador de la espalda en la última década y el vigente plusmarquista mundial. "Me dijo que disfrutara como un niño", explicó Wildeboer, quien mantiene el contacto vía móvil con Peirsol durante todo el año.

Mientras la natación española pelea por no hundirse en este Mundial, Estados Unidos fue el gran dominador, una vez más, de la jornada de ayer. Si hay que quedarse con un nombre es el de Melissa Franklin. A sus 16 años, logró su primer título Mundial en 200 espalda (2:05.10, a escasas décimas del récord del mundo) y contribuyó al oro que obtuvo su selección en el 4x100 libres, también cerca de la plusmarca. Franklin, estilista, recorre el mismo camino que Phelps, pero en categoría masculina.

La inglesa Rebecca Adlington (800 libres), el holandés Inge Dekker (50 mariposa) y el brasileño César Cielo (50 libres) se bañaron en oro.