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Eslovaquia sobrevive ganando a Rusia en los penaltis

Rusos y eslovacos encaraban este encuentro con estados de ánimo bien distintos. Los rusos pletóricos de confianza tras su repaso ante los Letones por 8 a 2, mientras que los eslovacos aún andaban relamiéndose las heridas por la derrota sufrida ante sus vecinos checos de la noche anterior por 3 a 1.

Moisés Molina | Vancouver
Pavol Demitra bate al portero rusoReuters

Alexander Ovechkin dejó muy claro desde el comienzo con una carga espectacular sobre un eslovaco, que venía con ganas y quería hacer notar su presencia en cada relevo. Los eslovacos cometieron una infracción por seis en pista y de pronto el guardameta checo Jaroslav Halak se encontró con el arsenal ruso que componía el power play de los de Vyacheslav Bykov: Gonchar y Ovie en la línea azul, con Malkin, Kovalchuk y Semin circulando la pastilla entre el cuarteto defensivo eslovaco. A pesar de semejante despliegue ofensivo, los eslovacos no se amedrentaron e incluso llegar a probar al hoy portero titular ruso Ilya Bryzgalov, que se ha ganado la confianza del técnico ruso, gracias a la portentosa campaña que viene realizando con los Phoenix Coyotes.

El primer periodo transcurrió sin mayor novedad en el marcador y con Eslovaquia terminándolo en superioridad numérica por sanción a Radulov, lo que permitió al conjunto que dirige Jan Filic probar los reflejos de Bryzgalov con disparos de media-lejos distancia, nada que inquietara mucho al buen guardameta de los del desierto. Los rusos mandaron en la estadística de disparos a puerta por 10 a 8.

Comenzado el segundo periodo, los rusos se llevaron un buen susto que terminó con suspiro de alivio después de que Bryzgalov detuviera un dos contra uno en inferioridad. Lo que son las cosas, porque ni un minuto después Alexei Morozov, capitán ruso fusiló de poderoso disparo a Jaro Halak con la mala suerte de que el disco terminaría envenándose por un toque desafortunado de un defensa eslovaco, terminando en el fondo de la red, para el primer gol del partido.

Eslovaquía lo intentaba una y otra vez, principalmente por medio de los hermanos Hossa, -Marian y Marcel-, pero cada vez que llegaban se encontraban con el portentoso Bryzgalov. Además, parecía como si los eslovacos hubieran aprendido de la derrota de la jornada anterior en la que perdieron con los checos y no estaban interesados en repetir el intercambio de golpes con un partido de ida y vuelta, más que nada porque es muy posible que tal propuesta les hubiera salido rana ante la polvora y velocidad rusa.

Halak a todo esto ya había impedido con un par de paradas muy meritorias, -una sobre todo ante Afinegenov-, que los rusos se marcharan en el marcador. Con todo, los eslovacos podían sentirse satisfechos de marcharse al segundo intermedio perdiendo por tan solo uno y pensar que en la reanudación, comenzarían el tercero en superioridad por infracción de Ovechkin. Y la cosa se ponía interesante porque al poco de iniciarse el último periodo Tyutin también era sancionado, lo que daba lugar a la doble superioidad de Eslovaquia: 5 contra 3.

Pero ni por esas pudieron los eslovacos perforar el marco de un muy bien protegido Bryzgalov, con un excelente triangulo defensivo en la doble inferioridad.

Transcurría el ecuador del tercer periodo cuando en una internada aparentemente rutinaria de Pavol Demitra por su flanco izquierdo, éste terminaría habilitando con una gran asistencia a Marian Hossa para que de primeras perforara por fin, la hasta el momento infranqueable porteria de Bryzgalov. De repente, parecía que tendríamos encuentro, hasta que un par de minutos después, Branko Radivojevic cortara de raíz la inercia eslovaca con una infracción por enganchón. Afortunadamente para los intereses eslovacos, transcurrieron los dos minutos de sanción sin mayor novedad.

Los instantes finales del tiempo reglamentado se jugaron a una velocidad impropia para el cansancio que debían tener acumulado en las piernas ambos conjuntos. Todos los indicios apuntaban a un segundo encuentro consecutivo tras el Canadá - Suiza, con prórroga de 5 minutos, cuatro-contra-cuatro y con gol de oro. Y así fue. El tiempo añadido fue muy emocionante, con ocasiones por ambos bandos, hasta que se llegó a la conclusión y como sucediera en segundo partido del día, la contienda se resolvería en los penaltis.

Se necesitaron catorce lanzamientos, habida cuenta de que en la primera tanda tan solo acertaron Stumpel por parte de Eslovaquia y Ovechkin por los rusos. A partir de ahí, ambas selecciones fueron encadenando fallos, hasta que en el décimo-cuarto lanzamiento, Pavol Demitra acertó decantando el partido para los eslovacos y manteniéndolos vivos en el torneo.

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