Vela | Volvo Ocean Race

Altadill: "No debemos sacar conclusiones del triunfo"

"Esto no ha hecho más que empezar. Hemos cubierto sólo 25 millas y aún nos quedan por navegar otras 32.000"

REUTERS

La inapelable victoria del Ericsson sueco en la etapa prólogo de la Volvo Ocean Race 2005-2006, disputada este sábado en aguas de la localidad pontevedresa de Sanxenxo, tuvo un nombre propio español en la figura del barcelonés Guillermo Altadil, jefe de guardia y de maniobra de la embarcación sueca.

"Es genial haber ganado", comentó, "aunque no deberíamos sacar demasiadas conclusiones de este triunfo. Esto no ha hecho más que empezar. Hemos cubierto sólo 25 millas y aún nos quedan por navegar otras 32.000 y con vientos y aguas menos tranquilas".

A sus 43 años Altadill se ha convertido ya en una de las leyendas vivas de la navegación transoceánica. Ha dado la vuelta al mundo en seis ocasiones, posee el récord mundial de velocidad (Club Med 2001), ganó The Race en el 2001 (Club Med), la Sydney-Hobart del 2001 (Assa Abbloy) y batió en el 2004, con el Cheyenne, el récord de la vuelta al mundo, batido este mismo año por Bruno Peyron con el Orange II.

El sábado inició su séptima vuelta al mundo -sólo una de ellas, con el Kingfisher II de Ellen McArthur no ha llegado a completarla- y es su cuarta en la Volvo Ocean Race (antes Whitbread Race) donde ya fue tercero en 1994 con el Galicia Pescanova de Javier de la Gándara y segundo, con el Assa Abloy sueco, en el 2002, donde se convirtió en el primer navegante español en ganar la mítica Sydnewy-Hobart.

A pesar de la victoria del Ericsson, que demostró una velocidad endiablada, Altadill ha indicado que no cree que gane "necesariamente el barco más rápido porque será una navegación muy complicada y con sistemas tan complejos como la quilla pivotante. Pienso que la fiabilidad de todos los sistemas serán la base principal para ganar la prueba".

En principio fue fichado por el Brazil 1 de Troben Grael para esta edición de la VOR, pero una fractura del fémur izquierdo a mediados de mayo en la regata Zegna de Portofino le obligó a renunciar al equipo y su presencia en esta edición parecía dudosa.

Estuvo cuatro meses en el dique seco y pero su tenacidad y una extraordinaria capacidad de sacrifico en la recuperación ha logrado que estuviese, aunque en las últimas semanas aún se ayudaba con muletas, dispuesto a asumir este nuevo reto.

El navegante británico Neil McDonald, patrón del Ericsson sueco y su compañero de equipo en el Club Med en The Race y en el Assa Abloy no se lo pensó dos veces para ficharle.

Mc Donald se refirió a él como: "Uno de los navegantes más hábiles que conozco y no sólo por sus seis vueltas al mundo. La suya será una opinión que voy a tener en cuenta constantemente durante toda la prueba. Durante muchas millas con él he aprendido no sólo su sentido del humor cuando las cosas van mal sino también a respetar su extraordinaria habilidad de hacer que su barco vaya más rápido que los demás".

En referencia a la prueba Altadill señala que "las etapas más duras son las del Índico y el Océano Sur porque hacen que esta regata sea más que pura competición, combinando la competición con la aventura y, a veces, supervivencia en las condiciones más extremas de la naturaleza y los elementos".

"Realmente competitivos"

Cree que uno de los secretos que convierten al Ericsson en favorito para esta edición es que puede sentirse "realmente competitivos": "La mayor parte de la tripulación se conoce y hemos navegado juntos durante años y ése es un factor muy importante para que un equipo funcione bien". Tres británicos, dos neozelandeses, un australiano, un sueco, un estadounidense, un alemán y él, conforman la tripulación del Ericsson.

En total suman 25 vueltas al mundo. Dos de ellos, el estadounidense Joh Kostecki y el alemán Anton Kolb, ya ganaron la prueba en el 2002 con el Ilbruck alemán y los británicos Neil Mc Donald y Jason Carrington y el neozelandés Richard Mason, finalizaron segundos, junto a Altadill, en esa misma edición con el Assa Abloy sueco.

"Un gran evento para España"

Considera que la salida de la Volvo Ocean Race desde Vigo el próximo día 12 es algo muy importante para la vela española porque "es un gran evento y tenerlo en España. Ayer ya se vio que es una buena oportunidad para que el público español conozca de cerca este fascinante deporte. Las regatas oceánicas no son muy conocidas en este país y esta prueba puede cambiar esa situación y generar mayor interés general".

En cuanto al estado anímico con que afronta la prueba reconoce: "Hay más de 32.000 horas de trabajo y miles de millas de entrenamiento detrás del barco y cuanto más nos acercamos a la salida, más nos sube la adrenalina y la tensión a todos. Y no sólo a la tripulación, porque los patrocinadores tienen tantas ganas como nosotros mismos de ganar. Físicamente me encuentro ya totalmente recuperado de mi lesión".

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