Turf | Grand National

Carlos y Camila gafan a 'Clan Royal' en el National

'Hedgehunter', del multimillonario Hemmings, gana fácil

reuters

Ni la boda del Príncipe Carlos y Camila, su eterna amante y desde ayer legítima esposa y futura Reina de Inglaterra, fue capaz de eclipsar al Grand National. Aunque hay que reconocer que la prueba se resintió por la ausencia de una aficionada de excepción: la Reina Isabel II, sufriendo en la distancia por no poder vivir en directo la emoción, única, del National.

Que la Reina Isabel II hubiera preferido estar en Aintree, junto a los 70.000 espectadores que vieron en directo la prueba, es una sospecha más que fundada. Pero si Carlos y Camila tenían la desgracia de medir su popularidad ante un evento que nació en 1839 y que este año cumplía su edición 158, lo peor estaba por venir. Muchos británicos, seguramente partidarios de Camila, se frotaban las manos con la coincidencia. Un caballo, Clan Royal, propiedad de Patrick McManus, accionista del Manchester United, se disparaba en las apuestas (10-1). Montado por Tony McCoy, cayó tras el segundo paso por el Becher's Brook, una de las vallas más temidas, cuando iba en cabeza. Acabaron la prueba 21 de los 40 participantes.

Entonces, el máximo favorito (7-1), Hedgehunter, tomaba el mando. Conducido por Ruby Walsh, Hedgehunter se impuso con 14 cuerpos sobre Royal Auclair, que fue segundo. Así, Hedgehunter se sacaba la espina de 2004, cuando cayó en el último obstáculo, y acababa llevándose las 400.000 libras (640.000 euros) del ganador. Su propietario, Trevor Hemmings, dueño de empresas de juego, entre otras, la Torre de Blackpool, afirmó emocionado: "Sólo puedo decir que ahora sí soy un hombre afortunado". Curiosa frase en boca de un hombre multimillonario. Es la prueba de que ganar un Grand National no tiene precio.

Ruby Walsh sustituía por una caída a Casey, el jockey titular

El irlandés de 25 años, Rupert Ruby Walsh, es un jockey con suerte. Hijo y nieto de jinetes y preparadores de caballos, con la de ayer, suma su segunda victoria en el Grand National. Y en las otras dos ediciones en las que participó, en 2001 y 2002, quedó cuarto. En 2000 el clan Walsh vivió su mayor éxito deportivo. Ruby era el jockey de Papillon, el ganador, y su padre Ted era el preparador. Pero Ruby, que desde su debut profesional, en 1998, suma sus victorias por cientos, asegura que de no ser jockey le hubiera gustado ser futbolista, a ser posible, del Manchester United, su equipo. Otro de sus grandes triunfos lo consiguió en 2004 en la prueba Queen Mother (Reina Madre), gran detractora de Camila, en Cheltenham, y cuyo alma parece permanecer en Aintree. ¡Dios salve a la Reina! Y que alguien cuide de Camila.

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