Boxeo | Javier Castillejo

"Allí no podía pensar en boxeo, sólo en sobrevivir"

Harto de esperar para disputar el Mundial del superwelter (CMB) y harto de que le fueran esquivando los sucesivos campeones, el seis veces campeón del mundo y dos como interino, se fue a Kenia. Estando en África fue proclamado campeón absoluto. Ahora se recupera de una aventura que le costó 14 kilos.

jesús rubio

¿Cómo se ha encontrado todo a su vuelta de Kenia?

Tal y como lo dejé, lo que sí ha cambiado es mi mentalidad.

Pero todo no está como lo dejó... Se fue de España siendo campeón interino y vuelve como campeón absoluto del mundo.

Es verdad. Me enteré en Kenia por AS. Cuando me enseñaron el periódico pensé que se trataba de una broma, un montaje, una fotocopia trucada. Luego ya me lo creí. Sabía que si Wrigth renunciaba, podía pasar esto, pero no estando en Kenia.

¿Lo pudo celebrar?

Me dieron una copa de champán y algo de comer, pero poco, porque estábamos en un concurso de supervivencia y no nos daban de nada.

Hablando de comer. ¿Ha pasado mucho hambre?

Más que en toda mi vida. Entré con 76 kilos y llegué a 62, al peso ligero. De amateur pesaba 66 kilos, era welter, pero en 62 kilos, en la vida. Esta mañana no llegaba a los 66. Y no he parado de comer.

¿Cuál fue su primer bocado?

Cuando llegué a Amsterdam no paré de comer bollos y chocolates. Estaba como un niño. Pero es lógico. En el concurso había días que teníamos un huevo duro para dos personas.

¿Y no se sentía débil?

Ha sido muy duro, porque la mente a veces se iba, la vista se te nublaba, te mareabas... Y había que seguir pescando, yendo a por agua... Es una experiencia que jamás olvidaré y que me va a servir para toda mi vida. Ver niños, mujeres que se desplazan kilómetros por ese agua que aquí, en el mundo civilizado, despilfarramos, es durísimo.

¿Y cómo ha sido esa vuelta a este mundo civilizado?

Llevo días sin dormir porque me noto raro en la cama tras 64 días durmiendo en el suelo.

Algo que aún no le he preguntado: ¿Por qué se fue a Kenia?

Por un reto personal. Para ver a dónde podía llegar física y mentalmente. Para cambiar la opinión de los que conocen el boxeo por Rocky, de los que piensan que el boxeador es un majara, un portero de discoteca. La gente me ha conocido como soy, un señor con los pies en el suelo. He querido demostrar que soy como cualquier deportista y una persona normal.

Este verano hizo el Camino de Santiago, ha estado en Kenia, ahora sólo le falta salir de nazareno en la Semana Santa.

Todos los años participo en la hermandad de la Santísima Esperanza Macarena de Parla y en el Gran Poder de Madrid. Este no voy a salir porque no he podido ensayar y no sería justo.

¿Ha vivido situaciones peligrosas en África?

Menos leones, he visto todo tipo de animales: elefantes, cocodrilos, jirafas, insectos de todo tipo y hasta una serpiente.

Y también ha comido de todo.

Ojos, lengua, testículos de hiena, sangre, cucarachas...

¿Y no le dio asco?

Como deportista que soy, sólo pensaba en ganar.

También ha tenido diarreas...

Constantemente, y ahora mismo. Pero ahora es porque llegas con tanta ansia por comer que te forras y luego te sienta mal.

¿Echó de menos el boxeo?

Estaba tan entretenido pensando en sobrevivir que no había tiempo para nada más.

¿Cuándo volverá?

Voy a descansar y, cuando me recuperé, volveré. Acabo de aterrizar, pero tengo muchos proyectos: estar con mi gente, la defensa del Mundial... Pero como lo nuestro, esto del boxeo, sigue siempre igual, para qué pensar.

¿Se le nota decepcionado?

No. Me lo tomo con tranquilidad. Aún tengo la mente en Kenia. Tengo que ir centrándome poco a poco. Hasta que no empiece a entrenarme y a ver algo de luz... Porque no veo una luz clara en esto del boxeo, pese a la alegría enorme de ser otra vez campeón del mundo. Por eso intento buscar otras luces.

¿Qué otras luces?

Mis proyectos: mi nueva casa, la Escuela de Boxeo de Parla. El boxeo es mi vida, pero sé que algún día se acabará. Cumplo el 22 de este mes 37 años y hay que ir buscando otras cosas.

¿Cuándo le gustaría defender el título ante Mayorga?

Estaría bien en junio.

¿Le gusta su rival?

A estas alturas me da lo mismo que sea Mayorga, su hermano o su primo.

¿Ahora le reconocen más?

Cuando sales de un concurso, te das cuenta de lo que hace la tele. Llevo 20 años boxeando y me conocen los aficionados. Voy a un reality y soy más famoso que el pupas.

¿Y le fastidia?

Me fastidia que no se dé importancia a las seis veces que he sido campeón del mundo.

¿Su siguiente reto?

Quería repetir este año el Camino de Santiago, pero creo que por este año ya vale. Lo dejaré para el siguiente.

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