El español se quedó encerrado en el ascensor de casa

Era viernes 29, pero parecía un viernes 13. Todo el mundo le había deseado suerte, pero la suerte no se alió esta vez con Karim. El primer percance lo tuvo cuando se disponía a salir de su casa en compañía de unos amigos y se quedó encerrado en el ascensor por espacio de casi media hora. La cosa se puso tan fea que estuvieron a punto de llamar a los bomberos. Al salir, un corrillo de unos veinte vecinos corearon su nombre. El segundo susto llegó cuando al abrir la bolsa se dio cuenta de que se había olvidado sus propias botas. Con un Madrid atascado por la lluvia y con el agravante de ser viernes, Karim decidió que no había tiempo de volver a por ellas y que iba a pelear con las de su compañero Miguel Mallón. Karim dice que cuando salta al ring es como si abriera la puerta de su casa. Ayer no estuvo tan a gusto como otras veces. Estaba en su casa, pero con las zapatillas de otro.

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