"Me siento un galáctico cuando gano una medalla"

El atleta ciego Luis Bullido cumple dentro de pocos días 26 años, pero parece que lleva toda la vida en el deporte paralímpico. Estos son sus terceros Juegos. En Sydney logró dos bronces en el 400 y en el 4x400, pero estuvo a punto de no venir a Atenas porque no encontraba el guía adecuado. Por eso cada medalla que gana, y lleva ya dos -la plata en los 200 metros y el bronce en los 100- la celebra como si fuera un oro dando la vuelta al estadio envuelto en la bandera de España y abrazado a José Antonio Sánchez Camargo, su guía. Me siento galáctico cuando gano una medalla, asegura Bullido. Empecé este año con otro chico y me fue muy mal, no encontraba uno para venir aquí, veía que se me iba la Paralimpiada y me puse muy nervioso. Estuve a punto de dejar el atletismo por eso. Es muy difícil encontrar un buen guía porque tenemos ya unas marcas muy exigentes. Llevamos juntos cuatro meses, pero han sido muy intensos y eso es lo que te hace ganar medallas, explica Luis Bullido.

Para José Antonio, que además de su guía es delineante, haber venido a Atenas es como participar en unos Juegos Olímpicos, porque para ir como atleta hay que correr mucho. José Antonio reconoce que durante la carrera le habla todo el rato a Luis y que se compenetran a la perfección. Pero si hay un tema donde no coinciden es en el fútbol. Luis es del Madrid y yo del Atlético. Ésta es una de las pocas cosas por las que discutimos, desvela José Antonio.

Bullido, que aunque es de Toledo, trabaja y vive en el barrio madrileño de Villaverde, se entrena en las pistas del INEF y en el estadio de La Peineta de Madrid con los atletas olímpicos. Ahora se gana la vida vendiendo el cupón de la ONCE, pero cuando acabe su carrera deportiva le gustaría estudiar periodismo y dedicarse a la radio. De momento su próximo objetivo es la carrera de 400 metros, su distancia. Mañana volverá a luchar por dar la vuelta al ruedo y sentirse de nuevo un galáctico.