Tiro olímpico | Foso universal

Un repartidor, bicampeón del mundo

Alberto Fernández, 20 años, se colgó los oros en individuales y por equipos

HELIOS DE LA RUBIA

Era la primera vez que salía fuera de España para competir con el equipo nacional senior de tiro olímpico y a Alberto Fernández, un madrileño de 20 años, no se le pudo dar mejor.

Alberto venía de ganar la Copa del Rey y de quedar segundo en el Gran Premio Internacional de España en foso universal, una modalidad que no es olímpica. Se había ganado ir al Mundial por ránking y se volvió de Chipre con dos oros: en individuales y por equipos. Además, se quedó a solo dos platos de igualar el récord del mundo, establecido en 199 de un total de 200 posibles.

Pero el verdadero mérito de Alberto es haber conseguido los dos oros mundiales sin apenas entrenarse. No porque no quiera, sino porque no puede. De lunes a viernes trabaja como repartidor de una ferretería y la mayoría de los fines de semana se dedica a competir. Lo hace principalmente en dos clubes de tiro: en el de Villarejo, en Madrid, y en el Campo de Tiro de Toledo.

Viendo la casa de los Fernández, llena de trofeos y medallas, cuesta trabajo creerse que Alberto no reciba ninguna ayuda económica. "Lo único que no me cuesta es el material. Las escopetas me las da la marca Beretta y los cartuchos, GB. Alguna que otra inscripción me la paga la federación castellano-manchega. En Madrid hay pocas ayudas y en Castilla-La Mancha por lo menos tienen algún detalle más. Por eso me federé en esta comunidad", explica el tirador.

Alberto Fernández empezó a tirar a los 9 años, junto a su padre, que es también tirador. "No es porque sea mi hijo, pero Alberto es el Beckham del tiro", afirma orgulloso su padre. Alberto sueña con ser olímpico y poder dedicarse por entero a ser tirador. "¿Participar en Madrid 2012? Sería mi sueño", concluye Fernández.

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