Un triunfo de prestigio

La victoria en la etapa de ayer del británico David Millar es un triunfo que da prestigio a la Vuelta. Porque Millar es uno de los extranjeros con galones que vinieron a la ronda y no ha decepcionado. En principio, venía a por las dos cronos y, pese a no lograrlo —entre otras cosas porque Nozal se ha encargado de romperle los esquemas— no ha parado hasta conseguir un triunfo de etapa. Él es, como digo, uno de los extranjeros con galones de esta Vuelta porque además ha ganado a lo grande. Ha atacado subiendo el puerto, se ha ido con un poderío impresionante y ha dejado con las ganas a equipos como ibanesto o Kelme, que tenían esta etapa marcada como objetivo.

Si hay un equipo que se merece cosechar ya una victoria de etapa, ese es precisamente ibanesto, uno de los que más ha peleado en esta ronda. Sería muy triste que se fuera de vacío, sobre todo después de haber tenido a los hermanos Osa todos los días atacando. Cuando se hacen las cosas bien, como es el caso de ibanesto, el premio tiene que llegar. Y podría ser hoy o mañana. Son los días propicios para que se produzca una escapada consentida, algo que aún no ha ocurrido, y que ahí esté un ibanesto disputando el triunfo. El líder, ayer sin problemas. Pero no hay que confiarse porque mañana en Navacerrada le volverán a atacar seguro.