"Claves: ritmo, control mental y mucha calma"

Llegados aquí, ¿qué le parece todo? Eso de la zona, la piel de cordero de los judíos, el momento estelar de España. Qué peligro...

—Pues que ellos, Israel, han hecho una planificación muy certera de su torneo: se lo tomaron con gran tranquilidad y ganaron los partidos que tenían que ganar: a Letonia y a Eslovenia. Parece que lo tuvieran programado.

Ahora tienen que liquidar a España. ¿Qué le parece a usted?

—Este partido lo ganará el que imponga su ritmo, que espero sea España. Hay que estar con mucho control mental desde el principio: control de nervios, sobre todo. Si abordamos las situaciones del juego con ese control y con calma, no tengo dudas de que España acabará ganando.

Israel batió a Eslovenia partiendo de un 21-3 adverso al comienzo del partido. Eso quiere decir...

—Je, je. Quiere decir que, aunque Eslovenia tiene un equipo muy brillante, yo firmo ahora mismo empezar nuestro partido ganando por 21-3. Y después, ya veremos qué es lo que pasa. Pero que me den el 21-3. Los eslovenos se llevaron una lección de Israel, pero nosotros no somos Eslovenia: digo yo.

¿Se juega más o menos tranquilo si Serbia se ha metido en las semifinales, y aligera una plaza para los Juegos Olímpicos, o se pierde motivación?

—Digo lo mismo que sobre el 21-3 del partido Eslovenia-Israel: que Serbia juegue en semifinales es lo que más nos interesa. Y después, ya hablaremos eso de la motivación que usted dice.

Ganar o morir en Suecia...

—Ganar, ganar. ¿Cómo vamos a tener miedo a eso?