Cantidad y calidad

El Tour del Centenario arranca con los españoles como protagonistas. Cuando el ciclismo internacional atraviesa las horas más bajas de los últimos veinticinco años, España acude a la ronda gala no sólo con el número más nutrido de participantes sino con el pelotón de mayor calidad. En este caso el refrán que dice que más vale calidad que cantidad no se corresponde. Nosotros tenemos las dos cosas: cantidad y calidad. Éste va a ser, sin duda, el Tour de Armstrong y los españoles. Si hay alguien capaz de hacer frente al americano, ésos son los nuestros y Ullrich. Aunque el alemán es uno de los ciclistas con más clase, su actuación es una incógnita por lo poco que ha competido.

Además tenemos la suerte de que en nuestro pelotón hay de todo y bueno. Tenemos la veteranía Joseba Beloki, con el que está garantizado el podio si la suerte le acompaña. Tenemos la juventud de Iban Mayo que, aunque para nosotros ya no es una revelación, en este Tour está llamado a ser el poseedor del maillot blanco. Sin olvidarnos, por supuesto, de Aitor González, mucho más en forma que en el Giro, y llamado a hacer grandes cosas. Por no hablar de Óscar Freire, una buena opción para ganar etapas, por su condición de gran clasicómano.

Con todo, deberemos esperar a ver al americano en acción. Llega al Tour con las fuerzas al ciento por ciento, porque, a diferencia de los campeones de otras épocas como Merckx, Anquetil, Hinault e Indurain, Armstrong llega al Tour poco castigado. Pero no por esto va a ser invencible. Ya lo demostraron Mayo y Mancebo en la Dauphiné Liberé. Con estos antecedentes solo queda esperar al fallo del cuatro veces ganador del Tour y a que ese día los nuestros estén al acecho demostrando lo mucho que valen.