Hiddink: premio por combatir a los nazis

Han pasado diez años y unos meses desde que Guus Hiddink, entrenador del PSV Eindhoven y buen conocedor del fútbol español (dirigió a Valencia, Real Madrid y Betis), no dejó que comenzara un partido en Mestalla ante el Albacete. ¿El motivo? Los Yomus, ultras del Valencia, tenían colgada una esvástica que molestaba a los ojos de mucha gente, pero fue él quien se encargó de que fuera eliminada. Amenazó con que si no se retiraba, el partido no se jugaba y él se iba. Les plantó cara, se descolgó el mensaje y el encuentro, finalmente, se disputó. Del resultado nadie se acuerda, aunque de ese gesto de valentía aún se habla en la calle y en los estadios de fútbol.

Por ese motivo, la Fundació Ernest Lluch, catedrático de Historia y ministro de Cultura en la etapa socialista, que fue asesinado por ETA ahora hace dos años, decidió entregarle el primer premio al civismo a Hiddink, después de que Lluch, en vida, reconociera públicamente el talante humanista del holandés. "Después de regresar del Mundial de Corea y Japón (donde fue seleccionador nacional de los coreanos), recibí amenazas de muerte por parte de unos locos. Eso no está nada bien, y llegué a plantearme la retirada del fútbol, que es lo que más me gusta", explicó el entrenador, visiblemente emocionado durante el acto.

El publicitario que aspiró a la presidencia del Barcelona, Lluís Bassat, estuvo presente en la ceremonia, junto al escritor Manuel Vázquez Montalbán, el ex entrenador culé Johan Cruyff y dos miembros del Dream Team, Aitor Begiristain o José Mari Bakero.

Hiddink dio una lección de humanidad y se le ha reconocido. Eso está bien, aunque los dirigentes deberían verse reflejados en el holandés. Hay algunos que se disfrazan de ultras para ganar adeptos, y eso es de ineptos. Que tomen nota.

Ve favorito al Madrid para el martes

Guus Hiddink ve como claro favorito al Real Madrid para el partido del próximo martes, en la final de la Copa Intercontinental. Con tono nostálgico, el holandés, que consiguió el título en el año 1998 después de derrotar al Vasco da Gama (2-1), aseguró que "si saben poner en liza toda su experiencia, llegarán a Madrid con la Copa. El equipo de Del Bosque tiene muchos jugadores con experiencia en este tipo de partidos. Pese a todo, deberán correr mucho".

Cruyff elogió la valentía de su colega

Johan Cruyff, al que muchos acusan en Barcelona de aparecer cuando las cosas van torcidas en Can Barça, no quiso hacer ninguna alusión al club presidido por Joan Gaspart. En este sentido, el Flaco aseguró: "No quiero decir nada". A su vez, el ex entrenador apuntó que "el premio es un reconocimiento a la valentía de Hiddink, que supo imponerse a la presencia de símbolos nazis". Johan Cruyff quiso respaldar de esta manera a su compatriota.