La toma de Kabul devuelve el fútbol

Nunca el juego hermoso, como llaman los ingleses al fútbol (the beautiful game) se mereció tanto este apodo. Hace sólo un par de días que la Alianza del Norte robó Kabul a las fuerzas talibán, pero la capital de Afganistán empieza a respirar un aire, otro aire, mucho menos viciado. Como medida ejemplarizante de las nuevas (aunque todavía ampliamente recortadas) libertades que contemplan a la población, el nuevo Gobierno de Kabul ha decidido desempolvar el fútbol y permitir que, cinco años después, los afganos puedan volver a disfrutar de él por televisión. Ayer, los ciudadanos (pocos) que poseen un receptor de televisión se dedicaron a animar a Irán, una selección hermana de religión y frontera, en su partido de vuelta de la repesca mundialista contra Eire. Desgraciadamente para sus espontáneos seguidores, los irlandeses, que habían ganado en la ida por 2-0, se llevaron el gato al agua a pesar de perder el partido por la mínima.

Sí. La locura por el deporte rey ha traspasado las ondas para dar alegría a una Afganistán deseosa de volver a llenar los estadios. El fútbol en directo, racionado y entristecido por los talibán (no permitían los aplausos ni los gritos de ánimo), volvía a convertirse en emocionante el pasado martes, cuando futbolistas de Kabul tomaron el Estadio Olímpico -que ha sido el escenario más macabramente conocido para las ejecuciones y lapidaciones públicas de hombres y mujeres que se saltaban la la ley islámica- y celebraron allí la victoria de la Alianza del Norte. La venganza que reflejaban las calles de Kabul de los primeras horas de su toma han dejado el protagonismo al Estadio Olímpico, construído por los rusos, reformado por el Comité Olímpico Internacional y convertido ahora en un símbolo de fútbol y paz.

Escenas tan duras como la de la derecha han colmado de inhumanidad los campos de fútbol de Afganistán. A partir de ahora, los afganos podrán ver penas máximas figuradas y a través de la televisión, como hacen (arriba) unos ciudadanos de Kabul que disfrutaron ayer a través de las ondas del Irán-Irlanda.