Volando con María Conde
La madrileña, en su estreno después de superar una lesión en la mano izquierda, estimuló a España, que es líder de su grupo y llega invicta a los cuartos.
La España de Miguel Méndez sube como la espuma. Volando con María Conde, que hacía su debut en los Juegos Olímpicos después de superar una lesión en la mano izquierda, ganó con solvencia a Serbia (62-70) en el último partido de la primera fase de Lille y llegará a París invicta y líder del grupo A, a la espera de lo que le depare el sorteo de cuartos de final de este domingo por la noche. De momento, ya sabe que evitará en cuartos al gran ogro del torneo, Estados Unidos. En el horizonte hay peligros potenciales, como Alemania si cae duramente contra el Dream Team. Pero eso será otra historia. Por el momento, puede disfrutar de llegar con los deberes hechos a la Villa Olímpica de París. Ese era el objetivo de mínimos cuando empezó el torneo. A partir de ahora, a soñar.
Al tercer día, apareció María Conde. Recuperada de su lesión en la mano izquierda, Miguel Méndez guardó a la madrileña como un tesoro los dos primeros partidos. En su estreno, fue titular (Queralt Casas salió del quinteto) y un soplo de aire fresco para la Selección. Es una jugadora que aporta físico y es generadora en ataque. Además, se encontró muy bien con Leo Rodríguez y terminó la primera parte con diez puntos. Eso descartó de responsabilidad anotadora a la canaria y a Megan Gusfafson. Marina Maljkovic tenía un plan para frenar a la naturalizada de la universidad de Iowa. Plan y recursos humanos. Dragana Stankovic (1,95 metros, Venecia), Tina Krajisnik (1,90, Ekaterimburgo) y Angela Dugalic (1,93, 22 años, Universidad de Californa) tenían la envergadura suficiente para contener el talento anotador de la pívot de la Selección. No contaban, sin embargo, con Conde y con una buena actuación grupal en la que esta vez tuvo más participación Alba Torrens. La capitana dirigió la escapada de España, que como en el partido contra Puerto Rico jugó un gran segundo cuarto. El parcial del mismo, 15-21, la disparó a los nueve puntos de ventaja al descanso. La gran ventaja de los primeros veinte minutos estuvo en los tiros de dos. España estuvo en un 71% y Serbia, en un 37%. Un buen ejemplo de lo bien que había movido el balón la Selección, lo que le había permitido muchas canastas fáciles. Todavía, sin embargo, había que remar. Y el recuerdo del tercer cuarto contra las boricuas estaba muy presente.
Un triple de Maite Cazorla reanudó el partido después del descanso (28-40). Una buena señal para un equipo que iba disparado hacia el triunfo, con María Conde volando. Anotando con la derecha, con la izquierda, volando al contragolpe, dando pases de espaldas, metiendo triples. Un parcial interminable al que colaboró una defensa de manual, con Queralt Casas y Laura Gil siempre en la intendencia. El partido se marchó al 31-51 y fue cuesta abajo para la Selección. Miguel Méndez metió a Andrea Vilaró, la única jugadora que no había entrado hasta entonces en la rotación. Y decidió que era un buen día para hacer descansar las piernas de Megan Gusfafson, aunque al final tuvo que recurrir a ella, cuando la Selección se salió el carril inesperadamente, Serbia dio un último empujón, y la diferencia empezó a bajar vertiginosamente. A 46,3 segundos para el final, un tiro libre de Yvonne Anderson puso el partido 62-68. Miguel Méndez pidió tiempo para evitar sacar en campo propio y sufrir la presión serbia. Una canasta de Mariona Ortiz acabó con el repentino sofocón…Nos vamos a París.
Medallero de los Juegos Olímpicos