Un “golpe sobre la mesa” tras el hándicap de los nueve meses

El día en que Bea Pérez se convertía en la jugadora que más veces ha defendido la camiseta de la Selección española en la historia, 267 -por delante de las leyendas Gigi Oliva y Rocío Ybarra-, sufrieron las RedSticks el duro varapalo de la eliminación, en los Juegos Olímpicos de París 2024. Un par de zarpazos de las Red Panthers de Bélgica, el primero cuando España jugaba en inferioridad numérica, acabaron con el sueño. Pero el objetivo igualmente está cumplido. Y quizá por eso, y porque la protagonista lo merecía, todas contuvieron por un momento su tristeza, sus lágrimas en la mayoría de casos, para posar junto a Bea, en una imagen que con el tiempo seguro que recordarán con cariño, y no con el dolor actual.

Relevado el pasado septiembre de su cargo de seleccionador Adrian Lock -quien paradójicamente ahora es analista de China, el combinado que se ha plantado por sorpresa en semifinales y que habría sido el rival de España-, Carlos García Cuenca ha dispuesto de nueve meses para lanzar el proyecto. Y encima, con la Selección fuera de la Pro League, la competición que reúne a las mejores del mundo, para ir fogueándose. “En poquísimo tiempo hemos elevado el nivel de manera espectacular”, destaca ahora el técnico.

“Nos faltó la experiencia de haber estado todo el año compitiendo con los equipos top, al no estar clasificadas en la Pro League, y eso nos ha penalizado un poco, porque competimos muy bien contra todos los equipos punteros pero se nos han escapado todos los partidos por detalles de altísimo nivel”, analizó García Cuenca.

“Hemos sembrado y vendrán torneos mejores para recoger todo este trabajo. Era todo un reto, porque Carlos entró en septiembre”, comenta por su parte Clara Pérez, la guardameta, a buen seguro la mejor del partido de cuartos contra Bélgica. “Han sido nueve meses para preparar un torneo que la gente prepara en cuatro años. Espero que en los próximos el trabajo pueda estar hecho para dar un golpe sobre la mesa en Los Ángeles”, sentencia.

Tiene García Cuenca el cargo asegurado hasta esos Juegos de 2028. Una generación joven que aprieta. Y un déficit claro por mejorar. “Este equipo tiene el gol como asignatura pendiente y, aunque lo estamos trabajando, no ha dado sus frutos. No es quien mejor juega, sino quien marca”, valora la guardameta, quien completa: “Debemos meterle caña a eso en vistas a próximos torneos”.

“Ahora estamos muy tristes, porque teníamos muchísima ilusión y sabíamos que podíamos si hacíamos el partido perfecto. Lo hicimos tres cuartos, nos faltó un poquito más. La reflexión es que hemos hecho unos Juegos dignos. Y ahora, a trabajar para el futuro”, culmina el seleccionador.