Rahm se pega a la rueda de las medallas
El español firma una vuelta imponente y se mantiene cerca del estadounidense Schauffele, campeón en Tokio. Puig mantiene opciones.
En una segunda vuelta imponente en Le Golf National, a escasos kilómetros de Versalles, el que fuera centro de poder de la realeza francesa hasta la Revolución, Jon Rahm reforzó su candidatura a monarca de estos Juegos. El español, que había entregado un -4 el jueves en el primer asalto, lo acompañó este viernes con una tarjeta de 66 impactos, cinco bajo par, y se colocó en territorio de medalla, soldado a la rueda de Xander Schauffele, el vigente campeón olímpico, que completó otro -5 y se disparó hasta el -11 en cabeza, empatado con el japonés Matsuyama, quien apuntaba a ocuparla en solitario hasta que un doble bogey final le dejó con -3 en el día, y el inglés Tommy Fleetwood, que se incrustó entre ambos con una ronda de -7.
Queda un pequeño regusto de amargor en la vuelta de Rahmbo, simplemente por lo que pudo ser en otro día en el que el campo pedía a gritos ser atacado, en el que el vizcaíno hiló fino de tee a green, en el que recordó a esa supernova que fue capaz de enlazar cuatro victorias entre enero y abril del año pasado, la última con una chaqueta verde de regalo. De no ser por un puñado de putts que no quisieron entrar, a veces a falta de unos centímetros de caída, otras directamente explorando el borde del hoyo sin llegar a adentrarse en él, quizá podría hablarse de un liderato en solitario. Al final fueron seis birdies, aprovechando dos de los tres pares cinco, y un único bogey, evitando errores gruesos como esa bola al agua en el 16 de la jornada inaugural.
“Sí, hoy ha sido un gran día; no me ha hecho falta rubricar con golpes espectaculares algunos hoyos como en la primera jornada para alcanzar un buen resultado”, apuntó Jon, que cree que la clave va a estar en “seguir jugando bien de tee a green”.“Fue más por alivio que otra cosa, por celebrar las 17 calles y todos los greenes alcanzados anteriores y lo bien que había tirado los putts del 13 en adelante”, explicó su puño al aire tras embocar un putt en el 18.
Camino de repetir el oro de hace tres años va Xander Schauffele. Si la primera mitad de la temporada fue de Scottie Scheffler, compañero en el equipo estadounidense que se mantiene al acecho en Le Golf National (cerró en el top-10 con un -2 para -6), la segunda pertenece al californiano, campeón del PGA Championship en mayo y del British Open el mes pasado. Este viernes abrió con bogey antes de entrar en una secuencia, seis birdies entre el 3 y el 11, que le propulsó a la cima de la clasificación.
Por ahí asoman también el alemán Stephan Jaeger y el belga Thomas Detry, dos nombres bajo el radar de las grandes estrellas de este negociado a los que no conviene obviar, aunque solo sea por la victoria en Houston del primero y los cuatro top-10 del segundo esta temporada en el PGA. Suyas fueron las dos mejores tarjetas del día, -8 la del alemán y -7 la del belga (empatado con el inglés Fitzpatrick, en su caso para -5 total, y con el citado Fleetwood), tras quedarse en un escuálido par en un primer día en que era para hacer pocas. El vigente medalla de bronce, el taiwanés CT Pan, marcha quinto tras un -6 para -8.
Más rezagado, aunque no lo suficiente como para descartar un asalto a las medallas este fin de semana, el otro español David Puig, cuatro birdies (tres de ellos en unos nueve segundos sin fallos) y dos bogeys para un 69 (-2) y un -4 en el acumulado, a cinco golpes provisionalmente de la tercera plaza. Se han visto remontadas mucho más complicadas. “Estamos en unos Juegos Olímpicos y tengo claro que quedar cuarto, quinto o decimosexto puede estar bien a título personal, pero luego nadie se acuerda. Quiero aspirar a más, optar a medalla, y si eso significa jugar más agresivo, pues lo haré”, lanzó valiente el catalán. En las mismas anda otro de los favoritos a priori para el podio, el norirlandés Rory McIlroy, que esta semana compite bajo bandera de la República y se quedó algo corto con su vuelta de -2 para -5.