Petar Cikusa: “Ir a los Juegos con 18 años es brutal”
Campeón de Europa júnior el domingo pasado, destaca en especial a Ferrán Castillo y Víctor Romero por su labor con la selección.
Petar Cikusa (18) estuvo en la preselección de Jordi Ribera, se concentró con 21 Hispanos, y fue el primero en abandonar la selección camino de los júniors, que le esperaban para jugar el Europeo. Dos semanas después, hoy, martes, ha tomado el avión para unirse al grupo en París,, como uno de los tres reservas de España, pero con el título de campeón de Europa y como mejor jugador del campeonato.
-¿Esperaba que Ribera le llamase ahora?
-Cuando estábamos trabajando en la concentración de Santander me dijo que me iba con los chicos de mi generación. No fue muy duro para mi, porque me hacía ilusión estar con la absoluta preparando los Juegos, pero volvía a un grupo para jugar el Europeo, que no sólo es una selección, sino que es una familia. Quizá por eso no me sentí mal ni me afectó. Y, la verdad, no pensé que el seleccionador me llamase.
-¿Y cómo ha sido?
-Pues una sorpresa, aunque cuando vi su llamada ya me entró un poco de incertidumbre. Me preguntó que como estaba, que si me hacía ilusión ir de reserva, que quedaba una plaza y tenía dos opciones (el otro era Antonio Garcia), y si quería ir. Claro que me hace ilusión y quiero ir porque estar en unos Juegos Olímpicos con 18 años, con los mejores deportistas del mundo es brutal.
-¿Que le dijeron sus compañeros de la júnior?
-De entrada no les comenté nada, me callé, era muy pronto y no quería armar revuelo, pero fue nuestro seleccionador, Jabato, que lo sabía de antemano y no me dijo nada el tío, quien se lo hizo público al grupo. Todos felices por mi, claro.
-Es posible que no llegue a jugar.
-Lo sé. Voy de reserva, y por tanto sólo entraría en el equipo si se lesiona alguno de mis compañeros de la primera línea, que espero que no ocurra. Sólo con estar, de aprender, de tener la experiencia, me vale. Con 18 años tengo mucho tiempo por delante.
-En el Europeo sólo han perdido un partido, y al final se han tomado la revancha con Portugal a la que habían derrotado en el descanso. Usted ha tenido partidos brillantes y otros no tanto.
-Es una competición muy dura en la que hemos tenido dos bajas notables, sin Pisonero y sin mi hermano, que se lesionó en la primera jornada y ya no volvió a actuar porque se consideró que era lo mejor para su recuperación. Nosotros no tenemos un jugador que habitualmente te asegure nueve o diez goles por partido, con que Ferrán Castillo y yo hemos tenido que jugar muchos minutos, más de lo habitual, que a mi no me importa porque lo que me gusta es jugarlos todos. Con Ferrán y yo juntos, sabíamos que podíamos ayudar al equipo porque no íbamos a tener un mal día los dos al mismo tiempo, y Castillo ha estado espectacular. Yo, en algún encuentro me he sentido cansado, como en la primera parte ante Dinamarca, pero luego me recuperé en la segunda; metí cinco goles, cuando yo pensaba que sólo dos, pero es que no recuerdo ninguno de ellos.
-Otro jugador, Víctor Romero, ha estado a gran altura destacando precisamente su conexión con él.
-Víctor es el mejor pivote de España, una especie de Fabregas en su época en el Barça, que ataca, que defiende, que lo hace todo. Pues en los júniors igual, y cuando estábamos atascados le dábamos el balón y ya decidía él, desde luego.
-¿La final fue más fácil de lo esperando?
-Es que Portugal nos ganó por un gol en la segunda ronda, en un partido en el que no fuimos nosotros. Eso nos obligó a jugarnos nuestro futuro con Islandia, y aparecer en las semifinales ante Dinamarca. Por eso salimos en la final a reventar a Portugal, porque teníamos una revancha pendiente, y es una buena selección, seguro, pero nosotros teníamos una motivación especial.
-¿Sabe usted que se por primera vez en su vida se separa de su gemelo Djordje?
-Nos despedimos el lunes porque él se iba a Montpellier para que traten en el club la lesión que tiene. Ahora no me doy mucha cuenta, pero cuando vuelva de los Juegos sé que le voy a echar de menos, mucho. En la selección júnior notamos su baja; con él de lateral derecho hubiésemos jugado más sueltos.
-¿A qué le ha dado tiempo en un día en Barcelona?
-A nada. A dejar mis premios en la casa de mi madre, a poner las lavadoras y hacer la maleta con la ropa aún húmeda. Eso es todo. Y ahora ir con mucha ilusión a descubrir un mundo impensable para mi hace bien poco.