PARÍS 2024 | VÓLEY PLAYA

La mamá Lili se despide emocionada y con ‘medalla’

Liliana Fernández y Paula Soria caen en octavos de final contra Suiza. La primera dice adiós a los Juegos en su cuarta participación.

París
THOMAS SAMSONAFP

La Torre Eiffel le brindó a Liliana Fernández, una pionera y una jugadora que dejará un legado inmenso en el mundo del deporte en general y del vóley playa en particular, el homenaje que merecía. Este domingo, la española, al lado de Paula Soria, cayó en octavos de final de los Juegos contra las suizas Tanja Huberli y Nina Brunner, vigentes campeonas de Europa y vencedoras por 23-21 y 21-16 en 44 minutos. El resultado, pese a que el partido estuvo muy disputado, fue lo de menos.

Tras los aplausos de los espectadores que llenaban uno de los recintos más emblemáticos de siempre, estaba el respeto hacia una jugadora, Lili, que puso el punto y final a su longeva carrera olímpica, siendo la española con más Juegos, cuatro, en vóley playa. Más allá de lo deportivo, la ovación también escondía mucha admiración. Liliana, una de las grandes pioneras de su deporte en España junto a Elsa Baquerizo, que se retiró en Tokio, ha sido madre en dos ciclos distintos, algo único para una deportista olímpica nacional. A París, de hecho, llegó con Soriano después de que esta le llamara durante su segundo embarazo. Paula, que tenía a Lili como referente, le propuso formar pareja y Fernández aceptó, aunque tuvieron que esperar un año para iniciar su camino juntas.

Una vez emprendieron su aventura, todo empezó a funcionar. Liliana, a sus 37 años, vio en Paula, de 31, una jugadora que tenía muchas similitudes con su añorada Elsa, con la que había conformado la única pareja femenina española hasta el momento en unos Juegos. Conectaron y, pese a su recortado ciclo olímpico, con solo catorce meses de competición, se metieron en unos Juegos de los que, este domingo, se despidieron con mucho honor.

Las suizas, candidatas a todo, tuvieron que sudar para vencer a las españolas. Sobre todo, en el primer set, en el que Liliana y Paula tuvieron dos oportunidades para cerrar. Tranquilas y en busca de la sorpresa, las españolas pusieron en serios apuros a unas Huberli y Brunner que, en el segundo parcial, con un 8-2 de salida, ya se dispararon. Una vez terminado el partido, poco importó. “Mi familia ha sido superimportante a lo largo de toda mi carrera. Especialmente, desde que soy mamá. Se han sacrificado mucho”, agradecía Lili a los suyos con una medalla de papel, con corazones y un número uno, colgando del cuello. “Mi hijo mayor siempre me dice que soy una campeona y me ha hecho mi medalla de campeona”, reveló. Tan valiosa como un oro.

Lo más visto

Más noticias