PARÍS 2024 | AGUAS ABIERTAS

La “locura” sin igual de la maratón acuática en el Sena

Martínez y De Valdés analizan la polémica maratón acuática. “Si no nadabas junto a la pared, te ibas hacia atrás”. Y el único entrenamiento duró diez minutos porque nadie se atrevía a saltar al río.

París
Miguel TonaEFE

Tras meses, años incluso, discutiendo la conveniencia de celebrar la maratón acuática de París 2024 en el Sena, este jueves al fin se zambulleron las 24 valientes que recorrieron diez kilómetros en unas aguas turbias, sobre el papel cumpliendo los estándares de salubridad permitidos y con notables corrientes. Desde dentro, las dos representantes españolas, Ángela Martínez (décima) y María de Valdés (decimoséptima), analizaron estos fenómenos nada más salir del río, ya sobre el emblemático puente de Alejandro III.

“Ha sido la carrera más complicada que he hecho en toda mi trayectoria deportiva”, confesaba De Valdés, vigente subcampeona del mundo de la distancia. Y especificaba: “La primera recta era a favor, un tramo bastante sencillo, pero la vuelta había que cogerla con inteligencia, junto a la pared, a contracorriente. A mitad de carrera se me complicó bastante, me faltaron fuerzas”.

Coincidía en su análisis Martínez: “Nada más salir del agua, lo primero que le he dicho a mi entrenador es ‘vaya locura que acaba de pasar’. Nunca he vivido algo así”. “Pensaba que sería una carrera progresiva, pero no he dejado de ir a tope desde el primer minuto. Ha sido una carrera muy rara. No han ganado las más rápidas sino las más inteligentes, las que más partido han sabido sacarle a la carrera”, concedía la ilicitana.

Ángela Martínez, en plena carrera por las aguas del Sena. Miguel TonaEFE

“Íbamos rozando la pared porque en el momento que te metías un poco más al centro te ibas hacia atrás”, aseguró De Valdés, a lo que su compañera añadió que jamás había nadado en una carrera con corrientes. “Pero me lo llevo de aprendizaje”, se alivió. En ese sentido, lamentaron no haber podido entrenarse en el escenario de la maratón acuática más que en una ocasión, el miércoles a primera hora. Y muy poco tiempo.

“Vinimos a entrenar un poco, pero llegamos y todo el mundo estaba esperando a ver qué hacía el otro. A nosotros nos dijeron que hasta que alguien se tirara al agua, nosotros no nos tiráramos”, reveló Martínez. “Así que estábamos todos mirándonos a ver quién se tiraba. Alguien se animó y ya fuimos las demás. Pero nos dijeron que como mucho diez minutos, no fuera que nos pusiéramos malas. Poco entrenamiento ha habido”, reivindicó. “Probar el circuito siempre nos da seguridad: saber dónde van las corrientes, los giros de boya…”, añadió De Valdés.

María de Valdés, en el pantalán.Miguel TonaEFE

“Estaba pensando ‘no tragues agua’. No ha funcionado, porque igualmente he tragado, pero espero no ponerme enferma. Ahora me tomaré un protector de estómago”, aseguró la décima clasificada en estos Juegos. “A pesar de que hay gente que me ha dicho que la experiencia en París ha sido nefasta comparada con la organización de Tokio, yo me lo estoy pasando bien. Pero es verdad que los transportes estaban muy colapsados, los conductores se equivocaban de ruta… Espero estar en Los Ángeles para volver a vivir la experiencia, porque he quedado bastante fascinada”, concluyó.

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