FranciaFRA
82
CanadáCAN
73
Finalizado

PARIS 2024 | BALONCESTO

La Francia más caníbal se merienda a Canadá

Liderada por un extraordinario Yabusele, 22 puntos, le dio una lección de casta y voluntad a los de Jordi Fernández, que no volvieron a tiempo al partido y se van de los Juegos por la puerta de atrás.

París
Evelyn HocksteinREUTERS

Un estruendo sacudió París-Bercy cuando Evan Fournier metió desde once o doce metros el triple que terminó de sacar a gorrazos a Canadá de los Juegos Olímpicos (82-73). Francia, que en la primera fase de Lille parecía un equipo en descomposición, sin bases y pensando en una reconstrucción alrededor de Wembanyama, resucitó de manera antológica y se clasificó para la semifinal olímpica en su casa. Jugará la semifinal este jueves contra Alemania, lo que le permite seguir defendiendo la plata que conquistó en Tokio. Los gestos de los jugadores sobre la cancha gritaban reivindicación. Francia fue quien más quiso y quien ganó, porque la voluntad en el deporte es mucho. Canadá jugó con demasiada frialdad para lo que demandaba un partido en el que había que bajarse al barro. Ni siquiera le alcanzó con la actuación de Shai Gilgeous-Alexander, que tuvo que hacer un esfuerzo extra en el tercer cuarto para meter a su equipo en el partido; y lo pagó al final. Los de Jordi Fernández se van por la puerta de atrás del torneo olímpico.

L’Equipe dio por la mañana de las claves de la revolución que preparaba el vestuario francés. No quedó claro si fue Collet en solitario o necesitó de la bendición de las vacas sagradas, pero casi todas se cumplieron. Y casi todas funcionaron. Wembanyama empezó de pívot, los roles de Fournier y Gobert, especialmente este último (sólo jugó cuatro minutos), cambiaron; y la rotación se acortó. De Colo y Strazel, el héroe ante Japón, no tuvieron participación. Y, al contrario, Cordinier y Yabusele ganaron protagonismo. Todo se reveló como un acierto. Los jugadores de la Virtus y el Madrid tuvieron una actuación formidable. Yabusele, 22 puntos, terminó haciéndose el amo de la pista.

Francia, que teóricamente aterrizaba en el partido en medio de un incendio, sorprendió con un baloncesto agresivo y en la primera parte se merendaron a los canadienses. Jugaron con mucho más deseo frente a la frialdad de los norteamericanos, que seguramente sabían que iba a llegar su momento. La atmósfera en Bercy se fue calentando. La afición, que había llegado escéptica, dando por hecho la victoria canadiense, enloqueció cuando Francia se colocó 48-29 al inicio de la segunda parte. Nadie pareció alterado en el banquillo de Canadá, es una de las señas de identidad de Jordi Fernández. Canadá creía tener una calculadora. Shai la sacó y se pegó un buen calentón de puntos. Con un talento asombroso, sus canastas devolvieron al partido a Canadá (61-55). Francia, con Yabusele enchufadísimo, entró en los últimos cinco minutos con 65-55. Canadá llamó por segunda vez a la puerta a cuatro minutos del final (65-60), pero Francia resistió con una entereza admirable. Un taponazo de Wembanyama y el triple desorbitado de Fournier pusieron la guinda a una noche memorable para la historia del baloncesto francés.

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