PARÍS 2024 | ESGRIMA

El grito de Martín-Portugués: “Se ha juzgado mi nivel y hasta mi carrera universitaria...”

La sablista española, que cedió en su debut en los Juegos, alza la voz ante las críticas. “Detrás de las pantallas hay personas”, recuerda.

París
Julio MuñozEFE

El trayecto de Lucía Martín-Portugués hasta los Juegos no fue sencillo. La sablista española, cuarta del ranking mundial, debutó en la cita olímpica con 33 años, algo que ya es indicativo de lo largo y tortuoso que fue el camino. “Estoy aquí después de picar mucha piedra. Me he roto muchas veces. Me decían que era mala, que ya era mayor para la esgrima, que tenía que elegir entre la Odontología (sus estudios) y el deporte...”, explicaba a este periódico antes de volar a tierras francesas. Una vez en París, sin embargo, las cosas no salieron como esperaba. Martín-Portugués, que llegaba con el objetivo (y los argumentos) de subirse al podio, con ocho medallas internacionales a lo largo del ciclo, cedió en su debut, contra la húngara Anna Marton, por 8-15.

Tras todo lo vivido, la derrota fue un golpe muy duro para Martín-Portugués, que fue la primera en hacer autocrítica. “¡Qué vergüenza! Perder en primera y venía a por medalla...”, lamentaba aún sobre la pista del Grand Palais parisino, entre lágrimas. “Estoy bastante decepcionada. Veía posibilidades de ganar o caer en segunda ronda. Es una decepción muy grande conmigo, con mi entrenador, con mi equipo de trabajo... La húngara ha aprovechado todos mis defectos a su favor. No todos los días se puede dar la misma versión en la pista. Era una rival muy fuerte y el tablón me ha perjudicado en lo que es el sorteo. No es una excusa. Yo no he estado al nivel de lo que el asalto requería y me voy a mi casa con una derrota”, desarrollaba luego, algo más calmada.

Pese a la claridad y la autocrítica de Martín-Portugués, que hasta dejó en el aire su continuidad en el deporte, la sablista recibió muchos comentarios desagradables por su rendimiento en los Juegos. Algunos, incluso, criticaron sus propias palabras. Tras horas muy duras, este martes por la noche, la deportista española alzó la voz en sus redes sociales. “Me gustaría poder recordaros a todos que detrás de las pantallas hay personas. Personas que pueden leer vuestros comentarios en los medios de comunicación y sentirse todavía peor después de esforzarse muchísimo para llegar hasta aquí. Para mi desgracia no soy de un deporte muy mediático que esté acostumbrado a este tipo de comentarios y por eso supongo que duelen más. Siempre he querido poder devolverle a mi país en unos Juegos Olímpicos todo lo que España me ha hecho sentir a mí representándola por el mundo y cosechando éxitos”, empieza en su comunicado.

Martín-Portugués, junto a sus compañeras de equipo, conocidas como ‘las chicas del sable’, han elevado la esgrima nacional a unos estándares nunca vistos en la historia española. A finales del mes pasado, sin ir más lejos, se colgaron un bronce por equipos en los Europeos de Basilea (Suiza). “Esta vez no ha podido ser y para mi desgracia muchos espectadores de los Juegos se han vuelto profesionales de la esgrima. Han estado juzgando mi nivel deportivo y algunos hasta la carrera universitaria que estudio para mi futura retirada sin conocerme. La gente ha decidido criticarme por perder en vez de alegrarse por todo lo que he conseguido para mi país en todo este ciclo olímpico”, reclama Martín-Portugués. “Los deportistas cobramos año a año dependiendo de nuestro resultado en el evento más importante, en este caso los Juegos Olímpicos. Y es normal que me sienta preocupada por mi futuro en el deporte”, añade. Un grito que, como el que lanza en sus victorias, quiere que sea escuchado.

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