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PARIS 2024 | BALONCESTO

Día D para la Familia

España se juega este viernes (17:15 horas) ante Canadá su pase a los cuartos de final de París en una jornada en la que todo está en el aire. Rudy y Aldama están tocados pero estarán a disposición de Scariolo.

ALEX PLAVEVSKIEFE

Once meses después de hacer caer del trono mundial a España en la lejanísima Yakarta, la temible Canadá de Jordi Fernández vuelve a cruzarse en el camino de la Selección de baloncesto, que se juega este viernes en el Pierre Mauroy Stadium de Lille (17:15 horas, La1) su clasificación para los cuartos de final de los Juegos, la ronda en la que el baloncesto se traslada a París. Ese fue siempre el horizonte, llegar a la Villa Olímpica principal. La diabólica composición del grupo, durísimo, y la primera derrota contra Australia (80-92), complicó el asunto. España sobrevivió a Antetokounmpo el pasado martes (84-77). Tercero en la clasificación del grupo A, puede terminar la jornada primero o cuarto dependiendo del resultado de su partido y del Australia-Grecia que se juega a las 13:30 horas. El formato y el calendario de los Juegos, algo controvertido, podría incluso provocar que España terminase su partido a las 19:00 horas y estuviese 28 horas sin saber si está clasificado, pendiente de lo que sucediese en el Serbia-Sudán de este sábado a las 21:00 horas.

El mejor antídoto contra esta incertidumbre es ganar a Canadá. Y a ello se ha puesto Sergio Scariolo con su equipo de ayudantes. La Selección no estuvo tan lejos el año pasado en Indonesia (85-88), donde Abrines tuvo un último tiro para empatar después de un colapso brutal en el último cuarto, en el que España no pudo gestionar una ventaja de doce puntos al final del tercer cuarto (12-27 en el último parcial). Aquel partido, sin embargo, dejó alguna pista de por dónde hacer daño a la selección de Jordi Fernández, flamante entrenador de los Brooklyn Nets. Willy castigó dentro de la pintura a los canadienses, sin grandes pívots y con otro concepto del juego. Aquella tarde de Yakarta, España añoró todo lo que Lorenzo Brown genera. Ahora cuenta con él. Pero Canadá ha añadido a su colección a Jamal Murray, número 7 de la primera ronda del draf de 2016t, campeón con los Nuggets hace dos temporadas, llegó corto de preparación pero empieza a carburar. Su presencia completa un Big Three junto a Shai Gilgeous Alexander, número 11 del draft de 2018; y Rowan Alexander Barrett, número tres de la lotería de 2019. Un equipo que desborda talento y da la sensación de tener siempre la situación bajo control. Dentro del staff técnico de Scariolo, todo el mundo tiene la convicción de que se miden a una potencial medalla clara en los Juegos. “Ser nosotros mismos, hacerlo largo”, insisten desde el vestuario. Si alguien puede hacerlo, es España.

Tal vez, y como Serbia el año pasado en Manila sin Jokic, se pueda ganar desde el entusiasmo y el ardor guerrero. Pocos equipos tienen más que España. Pero también hará falta baloncesto, un buen plan de partido y la mejor versión de los jugadores que Scariolo trajo a Lille. La Selección necesita un pasito más de Lorenzo Brown, la concentración que Willy tuvo en el segundo tiempo contra Grecia; y toda la experiencia y el manual del baloncesto que manejan Llull y Rudy, que no quiere faltar a la cita pese al tremendo latigazo que se llevó en la parte derecha del cuello. También las manos atrás de Alberto Díaz y Xavi López Arostegui, los triples de Abrines y Juancho, la aparición sorpresa de Pradilla, el microondas Brizuela y el corazón de Garuba. Y, cómo no, la marca Aldama. El canario, tocado en la mano izquierda pero disponible, anunció el año pasado contra Canadá en Yakarta que había llegado para quedarse. Hoy es de esos días en los que nacen leyendas

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