De Atlanta a París, de Oca a Oca
Campeón en 1996 como jugador, el seleccionador femenino tendrá más medallas olímpicas en la orilla que dentro del agua si España derrota este jueves a la durísima Países Bajos en las semifinales.
Ha probado Miki Oca –igual que las jugadoras más veteranas del combinado que dirige– el sabor agridulce de la plata olímpica. La de Londres 2012, que supo prácticamente a gloria, porque se trataba de los primeros Juegos a los que la Selección española femenina de waterpolo había accedido. Y la de Tokio 2020, acaso más asumida, a años luz de la tristeza que experimentó como jugador en Barcelona 1992, una plata que sería la antesala del histórico oro de Atlanta 1996. A eso va de nuevo. Tras derribar en la fase de grupos el muro psicológico de Estados Unidos, llega una semifinal en el que su rival es la misma Países Bajos (14:35 horas) que le apartó del título mundial en Fukuoka 2023 y del europeo en Eindhoven 2024.
En caso de victoria, de asegurarse la final de París 2024 contra el ganador del Estados Unidos-Australia (19:35), habrá subido Oca más veces al podio olímpico como seleccionador que como jugador, con el agravante de que el madrileño ha sido el gran artífice del auge, explosión y consolidación de una escuadra femenina con la que desde 2010 ha ganado dos metales olímpicos y la quinta plaza de Rio 2016, un campeonato mundial (y otras tres finales), tres Europeos (y la plata de enero en Eindhoven), una Liga Mundial y unos Juegos del Mediterráneo. “Me siento muy afortunado y feliz de estar donde estoy”, concede a AS.
“Nosotras tenemos grandes posibilidades”, reconoce Oca sobre ese oro tan anhelado, y en general sobre las opciones de podio: “Colgarse una medalla en unos Juegos es un gran éxito. Para competir, lo importante es centrarse en dar lo mejor de uno mismo, y eso ya te llevará hacia donde pretendes llegar”, analiza, en el final de un ciclo olímpico corto y sobre todo de una temporada “apretada y única”, con el Europeo y los Mundiales de Doha en febrero, “pero los Juegos siempre suponen un plus”, admite.
Seis jugadoras vienen de la Liga española
“Hay un grupo de equipos aparte de Estados Unidos que ha ido oscilando en los últimos 15 años”, precisa el seleccionador, sobre combinados como este tremendo rival de semifinales: “Países Bajos tiene muchísimo potencial, está muy arriba en los últimos años”. Aunque algunas cambiarán de aires, prácticamente la mitad de la plantilla neerlandesa ha jugado en la Liga española esta pasada temporada: Laura Aarts, Vivian Sevenich y Simone van de Kraats en el CN Mataró, Maartje Keuning y Sabrina van der Sloot en el CN Sabadell, y Nina ten Broek en el CN Terrassa.
“Tenemos capacidades para ganar a cualquiera, pero el resto también trabaja muy duro para conseguir lo mismo que nosotras”, advierte el seleccionador, que bendice precisamente el “exitazo” que comportó situar a tres clubes en la final a cuatro de la pasada Champions femenina (CN Sabadell, CN Sant Andreu y CN Mataró) y también el relevo generacional tan natural que se está produciendo: “Es fruto del trabajo de clubes, federaciones territoriales y la RFEN. Hace años que se viene trabajando muy bien con las categorías inferiores y el fruto son jugadoras jóvenes que llegan al equipo nacional absoluto con calidad y que saben competir”, concluye.
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