Llegó a Chile hace nueve años, trabajó como guardia y hoy nos regala una medalla de plata en París 2024

Este martes 6 de agosto de 2024 es el día que Yasmani Acosta esperó toda su vida. Pese a no poder quedarse con el oro, en manos de su ídolo y leyenda olímpica Mijaín López, el luchador grecorromano aseguró una histórica medalla olímpica para Chile, la segunda en París 2024 y la consecución más importante de toda su vida.

Para llegar a esta instancia, el deportista de 36 años debió pasar muchas vicisitudes. Su historia es, realmente, increíble y admirable.

Acosta llegó a Chile en 2015 con el equipo cubano, con el fin de asegurar un lugar en los Panamericanos de Toronto de ese mismo año. Sin embargo, el nacido en Agramonte tenía otro plan: en su cabeza no estaba la idea de regresar a su país natal. Una de las razones fue, justamente, Mijaín López, quien será su rival en París 2024. Yasmani sabía que, con él activo, nunca podría competir internacionalmente.

Así fue que se radicó en Chile, asumiendo las consecuencias. Por ejemplo, recibió un castigo inmediato de Cuba, que lo inhabilitó para volver al país por nueve años. Es decir, en 2025 recién podría retornar. Otra de sus justificaciones para quedarse en nuestro país fue buscar una vida mejor económicamente. “No tenía ni pasaporte, no tenía nada. Tenía muchas preguntas en mi cabeza (…) pero siempre conté con el apoyo de unos amigos”, dijo a CNN hace un tiempo.

Ahí, aceptó un trabajo como guardia de seguridad, que lo llevó a controlar accesos en fiestas y eventos hechos en Casa Piedra, Hotel W, Parque Araucano y otros lugares de Santiago. Esas primeras noches, tras haber desertado del equipo cubano y haberse quedado en Chile, dormía en un motel. Al no tener papeles, estuvo dos años sin poder entrenar y dedicarse al deporte. Neven Ilic, presidente del COCh hasta 2017, debió interceder para que Cuba lo liberara.

Finalmente, el tiempo pasó y Acosta se consagró como un multicampeón chileno, siendo el bronce de los Panamericanos Santiago 2023 la medalla más representativa de su carrera. Eso, hasta este martes, cuando se acreditó como medallista olímpico en París.