Yáñez, Otero y Campu firman un triunfo de aspirante al ascenso

Este Sporting va en serio y presentó su candidatura a, cuando menos, estar con los mejores al final de la temporada o, lo que es lo mismo, a luchar por el ascenso. Lo hizo con un triunfo convincente sobre un Espanyol que fue más protagonista con el balón, como quería su entrenador Luis García, pero que no encontró la forma de batir a Rubén Yáñez.

El portero local fue determinante para que el partido no cambiara de rumbo porque detuvo un penalti a Martin Braithwaite que podía acortar distancias y conceder alguna opción al conjunto perico de salvar al menos un punto con un cuarto de hora por delante. Pero Yáñez demostró con una doble intervención que es el primer importante bastión del entramado que ha montado Miguel Ángel Ramírez para colocar al Sporting en la zona de privilegio de la tabla clasificatoria.

Pero antes del penalti, el Sporting había encarrilado el encuentro con una eficacia en ataque fuera de lo común para este equipo hace solo unos meses. Otero y Campuzano, dúo atacante elegido por Ramírez para esta importante cita, se encargaron de firmar los dos goles sportinguistas.

El Espanyol entró mejor en el partido con unos primeros minutos de control y de acciones en el área local. Remató incluso más a la portería del Sporting pero se encontró siempre con un seguro Rubén Yáñez, que estuvo especialmente feliz en un disparo de Jofre (3′) y atento en el intento de Puado por sorprenderle desde el centro del campo (23′).

En cambio, el Sporting se fue acomodando con el paso de los minutos y, sin llegar a intimidar a Pacheco, solo con disparos lejanos (Róber Pier, Cote y Otero) demostró el cambio radical que ha sufrido este equipo en ataque. La primera llegada clara que tuvo acabó en gol. Campuzano sacó provecho con su presión de un error espanyolista en la salida del balón para arrebatar el balón y conducirlo hasta Juan Otero; el colombiano no desaprovechó el mano a mano con el portero visitante.

Con ventaja en el marcador al descanso, el Sporting esperaba lo que sucedió, un Espanyol más volcado sobre el área de Yáñez. Los cambios que fue introduciendo Luis García fueron acercando al conjunto visitante a la posibilidad de marcar, con Braithwaite más participativo pero desacertado. Sin embargo, la eficacia seguía en el otro lado.

El Sporting se puso el mono de trabajo en tareas defensivas y no desaprovechó la nueva ocasión que se le presentó. Víctor Campuzano demostró el estado de gracia en que se encuentra este equipo con un gol de astucia, a la media vuelta, a la salida de un córner y a un rival nada acostumbrado a encajar a balón parado.

Hassan pudo marcar en una contra tras el penalti parado por Yáñez, pero Pacheco lo evitó. El Espanyol siguió empujando pero el Sporting se defendió con orden y volvió a dejar la portería a cero, otro valor importante para creer en este conjunto gijonés, que sigue invicto en El Molinón y aprobó con nota su principal examen hasta ahora porque tenía enfrente a uno de los grandes aspirantes al ascenso.

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