LEGIA DE VARSOVIA - BETIS

Polonia, el origen y la meta

El Betis visita al Legia de Varsovia con la ambición encaminada al sueño de una final en mayo. Pellegrini mira de reojo al derbi y habrá rotación comedida. Lo Celso se lo pierde.

LESZEK SZYMANSKIEFE

Unos 350 kilómetros separan Varsovia de Breslavia en Polonia. En la primera ciudad arranca hoy el Betis su participación en la Conference League y en la segunda sueña con cerrarla con una final convertida en reto mayúsculo para esta temporada. Es el sueño de Polonia. El que tanto el club como la plantilla tratan de subrayar desde el verano para evidenciar que debe haber más ambición continental en este año. Nadie quiere medias tintas en Europa. Nadie quiere sombras de las debacles del pasado curso. Nadie quiere que el aspirante a crecer vuelva a quedarse en aspirante futuro. El Legia de Varsovia es el primer enemigo en la carrera del Betis en una Conference repleta de promesas por cumplir. Quedarán demasiadas respuestas por delante, pero el equipo de Pellegrini pretende argumentar su candidatura desde el minuto uno.

Varsovia antecede a un derbi. Y eso no es cualquier cosa en Sevilla. El Betis mira de reojo a esa cita del Sánchez-Pizjuán sabiendo que todo cuenta. No hay demasiado margen de error en ningún escenario. Europa castiga como le castigó el año pasado y los derbis siguen siendo un reto mayúsculo para un Pellegrini que no ganó ninguno en Liga desde que llegó al Betis. ¿Reservar? No parece una realidad que le entregue demasiadas garantías a Pellegrini, por mucho que Lo Celso se quedara en casa y también mime hoy a algunos de los presumibles titulares del domingo.

Fornals está llamado a tomar el lugar del ausente Lo Celso y Vitor Roque aspira a ser el nueve que se gane un sitio en el derbi. Será una revolución a medias, con Aitor Ruibal en la banda derecha, algún movimiento en la zaga y la necesidad de que Juanmi o Chimy Ávila demuestren que merecen algo más. Johnny Cardoso debe tomar la manija de la una medular tocada que mira a la convocatoria centrando su atención en el joven Dani Pérez, ese futbolista que Pellegrini considera el más adecuado para tomar un hipotético rol semejante al de William Carvalho. Cuando esté preparado.

El Legia no pretende ser un invitado en su propio estadio. No atraviesa su mejor momento tras ser tercero en su pasada Liga y estando a diez puntos del Lech Poznan en la presente. Pero tiene carácter de ganador. Es el club más laureado de Polonia y tiene la experiencia de un puñado de citas Champions, como aquella que jugó ante el Real Madrid en 2016 y que terminó con empate a tres. Tiene en sus filas a dos españoles, el defensor Sergio Barcia y el delantero Marc Gual. Brillan Ruben Vinagre, Kaputska o Luquinhas mientras el portugués Gonçalo Feio lo dirige todo desde el banquillo. Un enemigo que pretende frenar la primera pincelada del sueño bético. Ése que llama a la grandeza.

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