FRANCIA | LONGORIA

Pablo Longoria: “Marsella tiene un nivel de presión y pasión muy elevado”

El presidente del Olympique de Marsella Pablo Longoria concede una entrevista a Diario AS en la previa del encuentro contra el Villarreal de esta noche en la Europa League.

Marsella (Francia)
CHRISTOPHE SIMONDiarioAS

Pablo Longoria (Oviedo España, 1986) se ha convertido en el presidente más joven del fútbol europeo. Con tan solo 35 años, en 2021, el ovetense fue designado presidente del único club francés que ha logrado ganar la Champions League, el Olympique de Marsella. Tras tres años en el conjunto marsellés, con unas semifinales de Conference League, un segundo puesto, pero algunos problemas internos que ha sabido resolver, entre ellos con Marcelino en septiembre, provocando su renuncia antes de fichar por el Villarreal, el español ha concedido una entrevista a Diario AS antes de medirse al submarino amarillo, en un encuentro que puede marcar el devenir de la temporada del conjunto marsellés.

¿Cómo está ahora mismo? Imagino que ha sido una temporada agotadora para usted, y lo que queda...

Podemos decir que esta temporada es un ascensor emocional. Estoy bien, con mucha determinación y los diferentes eventos que han sucedido esta temporada te dan mucha más capacidad de análisis, determinación y de fuerza para entender cuáles son las partes claves del inmediato y del futuro.

La temporada pasada, el mensaje que deslizó el Marsella fue el que iba a apostar, con Tudor, por un estilo ultraofensivo, parecido al de la Atalanta, modelo. ¿Por qué decide fichar a Marcelino? Un entrenador que es pragmático y ultraortodoxo en un 4-4-2....

Por una parte, es la decisión de Igor Tudor de irse. Aquí, en Marsella, digamos que la vida de un entrenador es complicada, principalmente por el nivel de presión y la pasión del club, que es muy elevada. Es normal dentro del fútbol moderno que, en ambientes tan pasionales, a decir verdad la estabilidad con los entrenadores es difícil encontrarla. ¿Por qué Marcelino? Pensamos que Tudor nos dio un modelo de juego muy claro y difícil de reproducir. Con Marcelino, nosotros pensamos que dando más orden y estructura a ese estilo de marcaje individual de Tudor nos iba a permitir tener una estructura que podía darnos nuestros frutos. Bien es cierto, y esto es una crítica muy personal interna, minimizamos el impacto de cambiar de una idea a otra. Pensamos que nos iba a llevar menos tiempo. No lo analizamos en profundidad.

¿Considera que fue un error fichar a Marcelino o no se ha parado a pensarlo nunca?

Para nada. Nunca trato de volver a pasado y decir “esto no debería haberlo hecho”. Yo creo, sinceramente, con el corazón en la mano, que con tiempo Marcelino habría podido desarrollar su idea. El tiempo fue muy limitado y había una fase de clasificación para la Champions que requería que el equipo estuviera listo en un breve período de tiempo.

Marcelino y su entorno filtraron que se marchaban en principio porque usted también se iba. ¿Por qué se fue finalmente?

En el día de hoy, trasladarse al mes de septiembre es complicado. Quiero que esto quede muy claro. Analizar con hechos presentes el pasado es muy cómodo. Yo, creo, que en esa semana no se daban los requisitos para poder trabajar en una normalidad, y eso es lo que yo trasladé a Marcelino. Sobre todo porque las amenazas, dentro de un club de fútbol, no deberían existir como las que existieron en septiembre. Entiendo perfectamente las razones de Marcelino. Al mismo tiempo, entendió que mis razones para tener que continuar como presidente son mucho más grandes que las suyas, porque en ese momento, la responsabilidad de un presidente y la de un entrenador son completamente diferentes. Sentí el deber de la responsabilidad de hacer cambiar las cosas. Creo que las futuras declaraciones de Marcelino

¿Cómo cree que recibirá el Vélodrome a Marcelino? En una entrevista reciente dijo que algunos ultras impedían al club crecer.

Yo creo que va a ser un recibimiento que está muy basado en declaraciones que se sacaron de contexto, futuras declaraciones tras su marcha, que creo que no han sido contextualizadas. Creo que será un recibimiento no demasiado agradable, porque no se han contextualizado sus palabras y que creo que se han sacado de contexto algunas de las afirmaciones que hizo.

Sé que es una pregunta complicada, pero ¿le amenazaron de muerte los ultras?

No, no hubo amenazas de muerte, pero sí hubo amenazas.

¿Cómo se ha normalizado que ultras entren a una ciudad deportiva a proferir insultos a dirigentes de un club?

Creo que es la normalización, dentro de la sociedad, de una situación que en el resto de países, se ha tratado de desnormalizar. No es normal el nivel de protección y de banalización de la violencia alrededor del fútbol que existe en Francia, que es mucho más elevado que el nivel de violencia que en otros países.

El componente de la violencia en el fútbol no puede ser normalizado. Y me ha dolido normalizar las amenazas a dirigentes, tratar de banalizar la violencia en los estadios franceses... Creo que en el fútbol no, y eso es algo que España se ha hecho muy bien, porque no lo toleramos. Eso, además, requiere una simbiosis o alineación de toda la gente, entre sociedad, poderes públicos, clubes de fútbol, tratar de decir: “no aceptamos la violencia” y que eso sea el leitmotiv para todos los que funcionamos en esta industria. Yo, personalmente, no lo acepto.

¿Por qué ficha a Gattuso? Desde fuera, sin saber la motivación de la decisión, es que ningún entrenador iba a fichar por el Marsella viendo la situación con los ultras...

Era un momento complicado. Hay que contextualizar, no se puede analizar hoy algo del pasado. El club, con Gattuso, viene de una situación en la que los dirigentes damos un paso hacia un lado en el cual podemos ver si existían las condiciones necesarias para poder trabajar en un club de fútbol lo mejor posible. Eso lo pensó Javier (Ribalta, exdirector deportivo). En ese contexto, era muy difícil, para un entrenador, venir aquí. Esa es la realidad. Siempre, siempre, siempre agradeceré a Gattuso el coraje y determinación que tuvo para venir en esos momentos difíciles y la energía que él transmitió a todo el mundo dentro del club. La llegada de Gattuso sirvió para dar energía a toda la gente que estábamos en contacto con el equipo. Y eso nadie lo puede negar.

Sampaoli, Tudor, Marcelino, Gattuso, ahora Gasset. Son muchos entrenadores variopintos en muy poco tiempo...

Sampaoli se va en junio y decide irse en junio, cuando estábamos para preparar la pretemporada... Sampaoli envió alguna señal de alerta y nerviosismo. Nos fuimos a Brasil, a su casa, para hablarlo. Intentamos planificar toda la temporada con él. Decidió marcharse y tuvimos un fin de semana para fichar a un entrenador. Tudor después hizo un cambio enorme, consiguió establecer una cultura de trabajo extraordinaria. Y fichamos a Marcelino. Cambiar de entrenador en una temporada es muy difícil. Y luego la capacidad de elección no es muy grande. Una vez que nosotros, como club, decidimos cambiar por segunda vez, lo que necesitábamos era calma, unidad, cohesión, para tratar de terminar la temporada de la mejor forma posible. El próximo paso es definir ese modelo que nosotros queremos.

¿Y ganar un título? Son 12 años sin títulos...

Es un objetivo, pero para llegar al objetivo siempre necesitas el camino, la metodología y el procedimiento para llegar a tu objetivo. Creo que el camino va marcado por una estabilidad que define un modelo de juego bien definido. Estamos, en este momento, codificando qué tipo de modelo futbolístico queremos.

Hay muchos que barruntan que usted está barajando marcharse del Marsella. ¿Se siente con fuerzas para seguir el próximo curso después de todo lo que ha ocurrido esta temporada?

Tengo la determinación para construir un proyecto aquí. Un proyecto de estabilidad, un proyecto que nos permita tener esa estabilidad dirigencial y que tengamos una idea de juego bien definida. Un proyecto de club para mejorar las infraestructuras, el estadio, el centro de entrenamiento... Pensar que todo lo que ha pasado te da la determinación y la fuerza para que esos sea perenne, con un modelo de juego a largo plazo. El estadio tiene que ser maximizado, porque a nivel de estadio hemos hecho lleno en todos los partidos desde la temporada pasada. Podemos hacer más. Crear ingresos recurrentes para invertir en talento y que eso tenga una continuidad para garantizar la estabilidad.

¿Eso es un sí por la respuesta?

(Risas) Tengo la fuerza y determinación para poder construir un proyecto basado en todos estos pilares.

¿Está el club en venta o esos temas son ajenos al día a día en el Marsella?

Son rumores. Forman parte de esa narrativa exterior de desestabilización.

Usted dijo en enero que no querían jugadores poco comprometidos. Después, Benatia, director deportivo del club nombrado en noviembre, aseguró que Jonathan Clauss era uno de ellos y que habían notado que se había ‘inventado’ una lesión en un partido contra el Mónaco. ¿Les llegó a decepcionar esa falta de implicación del que se supone que es uno de los líderes del vestuario?

El capítulo de Clauss hay que darlo por cerrado. Se produjo en un momento en el que el equipo tiene muchos jugadores en la Copa de África, muchos jugadores lesionados y la base del mes de enero tuvo que ser el máximo compromiso de todos los que estabamos alrededor del equipo. Hablo de compromiso porque en los momentos de dificultad tienen que salir los valores primarios. Pero son situaciones ya zanjadas en el interior y que lo único que deseamos es el máximo rendimiento de Clauss para lograr los objetivos colectivos que tenemos y personales suyos, ir a la Eurocopa.

Decide fichar a Gasset, que venía de dimitir con Costa de Marfil. Tras su nombramiento, ha ganado tres partidos marcando al menos tres goles en cada uno de ellos. ¿Es, posiblemente, la mejor decisión que ha tomado en una temporada tumultuosa?

Fue una decisión difícil, porque el respeto personal y profesional de nuestra parte a Gattuso es máximo. Fue difícil despedirle. Creo que era la decisión oportuna, pensar en Jean-Louis Gasset por un motivo. tras sus primeros tres partidos lo puedo decir muy claro. Creo que tenemos una de las mejores plantillas del Marsella en las últimas temporadas. Estoy plenamente convencido de ello. Creo que antes no habían algunos elementos necesarios para poder funcionar como equipo. Esos elementos son primarios: humildad, generosidad y compromiso. Gasset no es solo un ‘padre’. El trabajo de campo y de sus colaboradores, así como su forma de gestionar el grupo, conociendo la idiosincrasia del jugador medio que tenemos, ha sabido encontrar los métodos futbolísticos y psicológicos para hacer que esos valores, de los que hablo y que no existían en el grupo, se uniesen.

El Marsella lleva 12 años sin títulos. ¿Es una obligación para este club ir a ganar la Europa League?

Me motiva el hecho de que nos den menos de un 3 % de ganar la competición. Para mí eso es una motivación, en el cual nosotros tenemos que concentrarnos en esta competición, en tratar de vivir el momento presente y ser competitivos en cada uno de los partidos que nos restan en esta competición. Pero ese hecho de que nos den menos de un 3 % de ganarla es un hecho ultramotivante para tratar de encontrar nuestros límites reales.

Mbappé anunció en febrero que deja el PSG. En Francia se barrunta que podría tener un impacto negativo de 140 millones en los derechos televisivos. ¿Es bueno que una liga, la francesa, dependa tanto de un jugador?

Lo que no entiendo es este fatalismo de la pérdida de Mbappé y en los derechos de televisión y de esa frase popular de “menos mal que vino el PSG a salvar los derechos televisivos del fútbol francés”. Ponte en 2008. El volumen de derechos televisivos es similar al que viajamos en estos momentos. ¿Esto qué quiere decir? Los derechos los marca la propia competición y la historia que tu cuentas alrededor de tu propia competición. Es el espectáculo el que marca tus derechos televisivos, no un jugador o las estrellas. La Liga ha seguido creciendo sin Neymar, Messi, Cristiano. ¿Por qué? Porque cuentas una historia durante la semana. El nivel futbolístico de la Ligue 1 es alto. Los estadios, en su amplia mayoría, son buenos. El nivel atractivo y televisivo es bueno, pero lo que tenemos que mejorar en la historia cotidiana que tu cuentas sobre el campeonato. El problema en Francia es cómo contamos esa historia en el cotidiano porque hemos caído en el sensacionalismo. Y tenemos que volver a hablar de fútbol, de deporte, de contar las historias alrededor de los partidos.

Pero en España hablamos de los árbitros más que del juego...

Pues mira. Los productos de análisis de la jornada se producen desde el jueves. Podcast, televisión, broadcaster del campeonato, que vendes tu producto y lo que llega el fin de semana. Pongo ejemplo: Nantes-Lorient. Oye, chaval, mírate este partido. Si lo vendo así... Pero ojo, si lo vendo como: cuidado con el Nantes, que a ver si juega con cuatro o cinco defensas, pero es que ojo con el Lorient, con Bamba (delantero que han fichado y que ha marcado seis goles en seis partidos), que si marca otro gol bate un récord... La gente lo ve de otra forma. Ve ese partido. No le digas, oye, mírate el Nantes-Lorient. Como si digo, mañana, eh, mírate el Granada-Almería sin más... Esa es la clave.

¿Qué le parece la Superliga? ¿La nueva Champions no favorece a los equipos grandes?

O no. El lunes tuve la posibilidad de entender cómo será el sorteo de la nueva Champions (dirigente de la ECA). Yo podría pensar lo mismo, que favorecen a los grandes, pero cuando ves lo que puede ser un potencial sorteo de Champions... Cuidado. Un Real Madrid, por ejemplo, por coeficiente, te puedes enfrentar al Manchester City y equipos del bombo 1... Va a haber partidos de más nivel y los equipos grandes van a jugar contra rivales más competitivos. Eso favorecerá las sorpresas. Solo ocho equipos se clasificarán a los octavos. Y eso abre la puerta a que, en eliminatorias a doble partido, haya más cosas que jugarse.

¿Y la Superliga qué le parece entonces?

Yo tengo una posición muy clara. Naturalmente, no creo en un proyecto de desunión del Status Quo actual del fútbol europeo. Al mismo tiempo, el formato actual del fútbol europeo no es perfecto. E ideas del exterior pueden ser interesantes. ¿Por qué seguimos con el mismo tipo de broadcasting que hace 40 años? Es bueno que haya gente que se haga este tipo de preguntas, como innovar. Pero esto no puede desunir a la familia del fútbol actual, porque considero que es algo completamente trágico en el momento actual del fútbol preguntarse cómo llegamos a las nuevas generaciones, establecer 2-3-4 nuevos torneos. Y crear nuevos torneos, separando a los clubes, haces que el movimiento del fútbol europeo sea mucho más frágil que en el futuro. Y yo prefiero trabajar desde dentro y aportar ideas que romper el sistema.

La Ligue 1 no tiene Fair Play Financiero. Sin embargo, usted es un caso inédito, porque es de los pocos casos en Francia que busca no depender del dinero de su propietario. ¿Es necesaria una regularización del Fair Play en el país para que la liga sea más competitiva? El PSG se ha gastado 350 millones en verano...

Creo en un modelo unificado, complicado por temas fiscales y de tasas, en el que todos los clubes europeos juguemos con las mismas oportunidades y reglas. En Italia se ha quitado un decreto que es una ventaja competitiva, como es una desventaja competitiva para los clubes franceses el pago de las cargas sociales, un 27 % que no existe en el resto de los campeonatos. Yo abogo por una unificación y de un control. Hay que tener un control financiero único para entrar en las competiciones europeas y que sea estable, porque los clubes no pueden ir a pérdidas. Entiendo que la Ligue 1 debe tener un control económico muy fuerte. ¿Por qué es laxo? Hay un anexo que dice que te permite cubrir las pérdidas con el dinero del propietario.

Pero eso no es justo. El que más dinero tenga, más gastará sin un límite...

Es por eso que entiendo que todo el mundo debe reflexionar. El futbol está cambiando mucho. Cada vez llegan más inversores extranjeros. No inviertes para perder dinero. En la Premier, no te dejan perder 150 millones de euros en tres ejercicios, por ejemplo. Y ha cambiado su mentalidad. ¿Eso es necesario en Francia? Absolutamente sí. Necesitamos un modelo que proteja a los inversores y que permita la sostenibilidad del fútbol francés.

Para terminar. ¿Qué opina usted de la multipropiedad? Hemos visto recientemente a un club francés, el Lyon, hacer intercambios de jugadores entre clubes de su mismo filial (fichó a Nuamah por 30 millones, siendo el Molenbeeck, del grupo Eagle, el mismo que el Lyon, el que abonó la cantidad), el City ha destrozado al Troyes...

Estoy abierto a la multipropiedad, con una idea muy clara y en la que todos los clubes tengan unas reglas justas dentro del control económico financiero. En las últimas competiciones, tuvimos tres casos flagrantes: Aston Villa- Vitoria Guimaraes, Toulouse-Milan, Brighton-Saint-Gilloise. En Europa hay 330 clubes multiparticipados, la legislación data de hace diez años, cuando ha sido un fenómeno que se ha multiplicado en los últimos años. La multipropiedad, creo que es una cuestión positiva si está regulada y si responde a las estrategias de los clubes, siempre con un modelo económico que permita competir en igualdad.

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