Osasuna perdona y la eliminatoria queda abierta

El fútbol europeo, y con el Brujas como rival, ha regresado esta noche a El Sadar, 16 años después. Los rojillos afrontaban la eliminatoria previa a la fase de grupos con la ilusión por bandera. El conjunto belga llegaba más rodado que los navarros y con unos números, en cuanto a goles, que daban miedo; nada menos que 22 en cuatro partidos. El feudo navarro registraba una gran asistencia, con más de 20.000 aficionados en las gradas. Nadie quería perderse el espectáculo.

Osasuna salió fuerte, con confianza y generando peligro en el área rival y trenzando jugadas. A los belgas les costaba pasar de medio campo. Los de Ronny Delila trataban de deshacerse de la presión que generaba Osasuna, que no paraba de merodear la portería defendida por Mignolet. Rubén García y Chimy Ávila lograban ponerle a prueba. Osasuna continuaba apostando por el juego directo y generando peligro, pero no encontraban la manera de deshacer el empate inicial. En el minuto 35, Rubén García tuvo una clara ocasión, pero su balón se fue alto. El recital del valenciano continuaba y a los pocos minutos dispuso de otra ocasión para marcar. Sin embargo, el Brujas mostraba destellos de calidad y Zinckermagel a punto estuvo de mover el marcador con un balón de cabeza. Los rojillos dominaron los primeros 45 minutos y sometieron al Brujas, pero la primera mitad acabó que el empate a cero inicial.

Nada más comenzar la segunda parte, quién si no, Rubén García, estrelló un balón en el larguero. Los rojillos iniciaban en la misma línea en la que habían terminado la primera mitad. Pero en el minuto 49 Skov Oslen, conseguía deshacerse de Mojica y Moi Gómez para adelantar a los belgas con un bonito gol. A partir de ese momento, los de Rnny Deila se mostraron más cómodos sobre el terreno de juego. En el 63, Torró perdonó una ocasión clarísima tras un centro de Rubén Peña. Poco a poco los de Arrasate se fueron recomponiendo. En el minuto 77, tras un gran pase de Mocayola, Chimy Ávila, de cabeza, lograba el empate a uno.

El Sadar, que registraba un récord histórico de asistencia enloquecía. Pero la alegría duró muy poco porque sólo dos minutos después, De Cuyper hacía el segundo para los belgas. Los rojillos seguían intentándolo, y en un barullo en área, tuvieron varias ocasiones para volver a empatar, pero no acertaron. Los rojillos dieron la cara y merecieron más, pero lo cierto es que los belgas llegan con ventaja al partido de Osasuna y los rojillos tendrán que darlo todo para pasar a la fase de grupos