El Rayo se congeló en dos minutos

No fue el frío quien dejó helado al Rayo, sino los goles de Kashia y Yirajang en apenas dos minutos, que dejaron en papel mojado el tanto inicial de Fran Pérez. El giro de guion no lo firmaba ni el mismísimo Hitchcock. La Franja llevaba invicta y el Slovan sin haber sumado ni un solo punto. Las tornas se cambiaron y los eslovacos derribaron el muro defensivo vallecano. La Conference ya había dado dos avisos a los de Iñigo —ante el Hacken y el Lech Poznan— y el tercero terminó en muerte. Europa es imprevisible y el Rayo, también.

Hay cosas que el tiempo no puede borrar y una de ellas será este desplazamiento, tan masivo como familiar. Bratislava se tiñó de franjirrojo y sus calles fueron un continuo ir y venir de abrazos, de guiños, de ‘Vamos Rayo’. Y con ese espíritu, con esas ganas, salieron los de Iñigo al verde. Takac sacó dos peligrosos disparos de Gumbau y De Frutos y Alemao cruzó demasiado un tiro. La Franja perdonó y el Slovan asustó. Sporar marcó, pero la jugada se revisó en el VAR y finalmente no subió al marcador por fuera de juego de Weiss. Vuelta a empezar.

Cuando parecía que las revoluciones del Rayo bajaban, Fran Pérez pisó el acelerador y lo sostuvo, como ya hizo en Copa. El extremo valenciano salió al rescate con una cabalgada y un remate, desde la frontal, que rozó en un defensa local y terminó dentro de la portería para delirio de la grada. Tres minutos le duró la euforia, lo que tardó Balliu en lesionarse, tras una mala caída que le dejó medio mareado. Tocaba reponerse. Es ADN vallecano. No hay victoria sin sufrimiento, alegría sin dolor, ni partido plácido. De Frutos intentó cazar un rechace a un tiro de Ratiu sin fortuna y Batalla se hizo grande para desbaratar un cabezazo de Kashia a la salida de un córner. Los visitantes estaban como en casa. Cómodos, bien plantados, seguros atrás y activos arriba.

El descanso dejó frío al Rayo y el Slovan sacó petróleo en un córner. Los franjirrojos despejaron, pero Weiss cogió el balón y se lo sirvió en bandeja a Kashia, que ponía el empate en el 48′. Los franjirrojos, aún aturdidos por el golpe, regalaron el segundo. La remontada local. El peor escalofrío de la noche. Weiss estuvo muy vivo y aprovechó un error de Lejeune para poner el esférico a Yirajang, que firmó el 2-1 en el 50′. Dos minutos dramáticos que propiciaron que el Rayo se revolviese con más cambios y una ocasión estéril de Alemao. Los eslovacos se crecían en los córners y Kashia acarició el tercero.

Corrían los minutos y el Rayo trataba de entrar en calor, de pisar el área, de buscar el milagro, pero la suerte estaba echada. Y la de los franjirrojos estaba en la grada, con esos 2.000 valientes franjirrojos desafiando las gélidas temperaturas y decidiendo que este desplazamiento no se recuerde por un resultado, sino por la compañía. Por esos encuentros casuales, esos abrazos y esa dulce inocencia de descubrir Europa en familia. Los vallecanos, pese a la derrota, siguen arriba en Conference y la siguiente ronda continúa al alcance de la mano. Tendrán que abrigarse en Polonia para no volver a congelarse...

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