De Gea clama venganza

Aunque no ha renovado aún con el Manchester United, David de Gea sigue siendo el portero preferido de Erik Ten Hag después de muchas campañas de discusión sobre su rendimiento, pero también de mantener casi siempre la titularidad con los red devils. La próxima semana, el guardameta madrileño se enfrenta a una de las mayores bestias negras de toda su carrera, el Sevilla. En Old Trafford y también antes, con el Atlético de Madrid.

Siete veces nada menos ha jugado David contra los de Nervión, con cinco derrotas y dos empates como saldo. De los 53 equipos ante los que portero disputó tres o más partidos, de hecho, el Sevilla es el único junto al Real Madrid al que nunca ha logrado vencer. Ha caído ante los blanquirrojos en una final de Copa del Rey, una semifinal de Europa League y unos octavos de Champions. Ahora, en cuartos de la segunda competición continental, tiene una nueva ocasión de vengarse.

Muy joven, todavía no había cumplido los 20 años, llegó para De Gea el primer gran revés contra el Sevilla. Ocurrió en la final copera de 2010, en Barcelona. David ocupaba ya los tres palos del Atlético de Madrid y los goles de Diego Capel y Jesús Navas, al que por cierto volverá a enfrentarse ahora, vencieron a los colchoneros. Esa misma temporada había caído por 3-1 en Liga en el Ramón Sánchez-Pizjuán y a la campaña siguiente sufriría otra derrota liguera por idéntico resultado en Nervión (3-1) y un empate en el Vicente Calderón (2-2). En el verano de 2011 fue traspasado al Manchester United.

Y en Old Trafford, Europa le depararía dos eliminatorias contra el Sevilla. Ambas perdidas. En octavos de la Champions 2017-18, De Gea se convertía en el héroe del United durante una ida de Nervión que acabó 0-0. Pero en la vuelta le amargó el francés Wissam Ben Yedder con un doblete (1-2) que le echaba a la calle en la máxima competición continental.

Algo más de dos años después, durante la fase final exprés de Europa League en Alemania, los sevillistas atormentarían de nuevo al cancerbero español, en semifinales. Los tantos de Suso y Luuk de Jong remontaron otro de penalti que había anotado el portugués Bruno Fernandes (2-1), para meter en la final de su sexto título al equipo que entonces entrenaba Julen Lopetegui.