Stoichkov y Aketxe devuelven la alegría a Ipurua

El Eibar se llevó el gato al agua en el duelo de Ipurua por hacerse un hueco en el playoff. Con la reciente victoria, los armeros le devuelven así a los racinguistas la goleada asestada en el partido de ida, en lo que fue el primer compromiso de la temporada. El conjunto eibartarra vuelve a lograr puntos tras cuatro jornadas sin hacerlos. Los cántabros, por su parte, ponen fin a una racha que mantenían de 6 encuentros sin conocer la derrota. Stoichkov de cabeza y Aketxe desde el punto de penalti, tras una genialidad de marca personal, sentenciaron la cita.

A pesar de cambiar de año, el Eibar saltó al césped de Ipurua con la personalidad que le caracteriza. Convencidos de mostrar su valía, la presión alta y las combinaciones en el centro del campo fueron una constante ante unos verdiblancos que no se encontraron cómodos en ningún momento. Ríos Reina, inspirado en ataque, sacó a relucir su pierna izquierda con dos centros medidos que encontraron la cabeza de Aketxe y Stoichkov. El primero perdonó rematando por encima del larguero, pero el gaditano, que no hace prisioneros, abrió la lata con un cabezazo sutil para batir por bajo a Ezkieta.

Debido al tanto eibartarra, los cántabros fueron entrando en el choque a la par que ganaban metros en campo rival. Ekain, que regresó a su tierra natal, a punto estuvo de cazar un balón a la espalda de la defensa pero el envío impreciso fue atrapado por Luca Zidane. El guardameta francés tuvo un hostil recibimiento por parte de la hinchada racinguista que arremetía contra su exjugador cada vez que intervenía en el partido. Así las cosas, ambos conjuntos firmaron el armisticio, dejando en manos del segundo envite el desenlace de la misma.

Siguiendo con la tónica del primer cuarto de hora, el conjunto de Joseba Etxeberria salió de los vestuarios con el objetivo de asestar a los verdiblancos el segundo golpe de la noche. Matheus estuvo cerca de lograrlo, finalizando una gran jugada colectiva de los locales golpeando el balón a la cruceta. Sirviendo de esta manera como escarmiento a un Racing, que cuando conectó con Ekain y Peque encontró sus mejores minutos del encuentro. Minutos que no tardaron en esfumarse. Entre el carrusel de cambios y la buena puesta en escena de los azulgranas, la igualdad imperó en el terreno de juego.

Cuando todo parecía que no se movería el electrónico, una maniobra de Aketxe en el área, solo a la altura de unos pocos elegidos, provocó la pena máxima que decidiría definitivamente la contienda. El mediapunta bilbaíno con una ruleta antológica dejó en el molde a Aldasoro, que no tuvo más remedio que derribar al 10 dentro del área. El propio Ager transformaría el penalti, vistiéndose como uno de los héroes de la gélida noche del municipio eibartarra. Cerca de 500 racinguistas apoyaron a su equipo en Ipurua, a pesar de la decisión de sus peñas de no organizar desplazamiento al municipio guipuzcoano, por el enfrentamiento ocurrido con la Ertzaintza la temporada pasada.

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